Los cadáveres de más de 100 personas fueron encontrados en las calles de la ciudad de Tacloban, en el centro de Filipinas, como consecuencia del paso del poderoso tifón Haiyán, informó ayer el capitán John Andrews, subdirector de la Autoridad de Aviación Civil de ese país asiático.
"Hay más de 100 muertos tirados en las calles y al menos un centenar de heridos", explicó Andrews, de acuerdo a un informe por radio del director del aeropuerto de Tacloban.
Las autoridades estiman que el número de muertos aumentará una vez que se reciban los reportes de otras ciudades, en tanto que los heridos se proyectan por miles. Además, los evacuados ya superan el millón y se estima que el paso del tifón Haiyán afectará a 7,9 millones de familias en ese país.
Cortes eléctricos, caminos inundados, incesantes lluvias y vientos sobre 300 kilómetros por hora son otras de las consecuencias del paso del tifón que ayer golpeó a Filipinas, siendo el más fuerte que ha azotado este año a un país que suele ser afectado por cerca de 20 tifones cada temporada.
"El súper tifón tocó tierra con vientos de cerca de 313 kilómetros por hora. Eso lo hace el ciclón tropical más fuerte que ha tocado tierra del que haya registro", manifestó Jeff Masters, director de meteorología en Weather Underground, a la agencia Reuters. El paso del tifón -también nombrado como Yolanda- ha afectado a las islas de Samar, Leyte, Cebú y Panay. El Presidente del país, Benigno Aquino, en un discurso televisado, les pidió a sus ciudadanos que se prepararan para lo peor.
Según la BBC, una de las zonas más riesgosas era la isla de Bohol, que en octubre fue epicentro de un terremoto de magnitud 7,1° Richter y que dejó 222 muertos. "En Tacoblan nos han contado que han visto techumbres volar como cometas", indicó Mai Zamora, de la ONG World Vision.
El año pasado, Filipinas también fue escenario de la devastación que dejó a su paso el tifón Bopha, que causó cerca de 2.000 muertes. La trayectoria del tifón seguirá hoy por el sur del Mar Meridional de China, hacia Vietnam.