Un día antes del aterrizaje del avión papal en este bastión asiático de la fe católica, los filipinos se toman selfies al lado de su foto de tamaño natural en iglesias y centros comerciales, y su rostro sonríe en carteles, camisas, galletas, monedas, jarras de café y toda clase de objetos de recuerdo.
Y no falta un "Papa Francisco, el musical", en el cual aparece el pontífice cantando parte de un tema de la banda pop One Direction.
Desde 1970 los filipinos han recibido a los pontífices con un frenesí que se suele reservar para las estrellas del rock.
El difunto
Juan Pablo II
visitó el país dos veces. La visita de Francisco del 15 al 19 de enero, luego de su actual paso por Sri Lanka, promete atraer multitudes tan o más grandes, en parte porque el sufrido país deposita sus esperanzas en el futuro.
El jefe de la Iglesia católica visitará la provincia oriental de
Además, las frecuentes declaraciones del pontífice sobre la pobreza, la desigualdad y otros males sociales encuentran eco en este país pobre, donde la décima parte de la población trabaja en el extranjero para mantener a sus familias en casa.
"Los filipinos están emocionados por la visita porque la gente tiene muchos problemas y han sufrido muchas calamidades", dijo la empleada pública jubilada Josephine Garza a la Associated Press después de asistir a misa en Manila. "Quieren ver al Papa para sentir alivio en sus corazones, para que sus problemas sean soportables".
En Manila, una compañía vende muñecos del papa Francisco. Camisetas, broches, carteles, llaveros y jarras con fotos del pontífice sonriente se venden en tiendas, puestos callejeros y a través del internet. En la provincia norteña de Benguet, un artista fabricó muñecos que agitan un brazo y mueven la cabeza.
Una página web oficial tiene una cuenta regresiva hasta el arribo y ofrece abundantes detalles sobre su vida, incluso el hecho de que alguna vez trabajó como guardia en un club nocturno.
Enormes carteles con el rostro sonriente de Francisco bordean las calles de Manila. Se ha declarado feriados tres días laborables de su visita. En las iglesias comenzaron el 6 de enero nueve días de oraciones por la seguridad del Papa.
Artistas locales han grabado al menos dos álbumes con canciones en su mayoría originales. Uno de los cantantes es el arzobispo de Manila, cardenal Luis Antonio Tagle, conocido por su voz de barítono.
En medio de tanta excitación, el presidente Benigno Aquino III apareció en la televisión nacional el lunes para pedir que se observen las estrictas normas de seguridad. Si bien no se sabe de amenazas directas al pontífice, dijo Aquino, un admirador que intentara pasar las barreras para tomarse un selfie o tocar la sotana pontificia podría provocar una estampida.