Hace tan sólo unas semanas, las encuestas lo mostraban en el tercer lugar de las primarias de la derecha francesa. Pero el ex primer ministro François Fillon arrasó no sólo en la primera vuelta de las internas del principal partido de esa ala, Los Republicanos, la semana pasada, sino que el domingo se impuso por una gran diferencia, dejando atrás a su rival, el ex primer ministro, Alain Juppé. Fillon, que también dejó en el camino al ex Presidente Nicolas Sarkozy, triunfó en el balotaje con un 66% de los votos, frente un 33% de Juppé.
Fillon se perfila ahora para las presidenciales de mayo de 2017 y ayer recibió el respaldo unánime de la centro derecha francesa. El próximo año deberá enfrentar a la líder del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, que ha ganado amplio respaldo desde los atentados de 2015. Fillon tiene buenas posibilidades de acuerdo a las encuestas y podría ser quien frene el avance de la dirigenta del FN y recupere el Elíseo, que la derecha perdió en 2012 a manos del actual Presidente Francois Hollande, del Partido Socialista.
Según los sondeos, la batalla final, en una segunda vuelta, será entre Le Pen y Fillon. El ex primer ministro obtendría un 26% en la primera vuelta de la carrera por el Elíseo, superando por dos puntos a la presidenta del FN, de acuerdo a una consulta de Harris Interactive. Según este mismo sondeo, ante un eventual balotaje, el 71% respaldaría a Fillon. Asimismo, según otra encuesta de Odoxa, el ex primer ministro se impondría tanto en primera como segunda vuelta. Esta es la primera vez desde hace varios meses que Le Pen no aparece como favorita.
De 62 años, Fillon fue primer ministro de Sarkozy durante cinco años (2007-2012). Su reciente victoria fue sorpresiva incluso para Le Pen, quien pronosticaba enfrentarse contra Sarkozy o Juppé. De acuerdo a los analistas galos, la izquierda, hoy extremadamente dividida e impopular -la aprobación de Hollande está en su nivel más bajo desde que asumió en 2012, con apenas un 4%- podría terminar respaldando al ex primer ministro para evitar a Le Pen.
Para el FN, su mejor rival hubiera sido Juppé, un candidato más moderado y con quien podían mostrar más diferencias. Pero ahora, cambió el escenario. Esto, porque el ex premier tiene una línea muy tradicional y es socialmente conservador en cuanto a valores familiares. Católico devoto, ha adoptado una línea dura contra inmigración y el islam, ha enfatizado la identidad nacional francesa y los conceptos de "soberanía" y "patriotismo". Además, es favorable a una conciliación con Rusia en asuntos como la guerra en Siria. Fillon ha logrado seducir a un electorado más de derecha y podría robarle al FN sus votantes más conservadores, particularmente los más adultos, que han tenido gran participación en las elecciones pero aún están escépticos sobre el Frente Nacional, destaca el diario británico The Guardian.
Hijo de un notario y una historiadora, Fillon, casado y con cinco hijos, promete un plan "radical" para Francia. El ex premier pretende eliminar 500.000 puestos de funcionarios públicos y recortar 110.000 millones de euros del gasto fiscal en cinco años, además de eliminar el impuesto a la fortuna y subir el IVA. Además, quiere aumentar la jornada laboral de 35 a 39 horas para los trabajadores del sector público y elevar, de manera gradual, la edad de jubilación a 65 años.
Tras los resultados del domingo, Le Pen afirmó que el programa de Fillon es "el peor de fractura social que haya existido. Nunca antes un candidato había ido tan lejos en la sumisión a las exigencias ultraliberales de la Unión Europea". Le Pen ya comenzó a hacer campaña contra Fillon, asegurando que es una vieja figura y que es el culpable de las fallas de la era de Sarkozy en el Elíseo.
De 1993 a 2005, Fillon formó parte de todos los gobiernos de derecha y tiene más de 35 años de experiencia política. Autor del libro Vaincre le totalitarisme islamique (Vencer el totalitarismo islámico) busca instaurar cuotas de inmigración para limitarla "al mínimo estricto".