La historia de la música lo suele catalogar como uno de los conciertos más importantes del Siglo XX. No así el mejor. El consenso es que el sonido no fue el óptimo, la banda parecía a ratos fuera de práctica y el escuchar en el lugar se puso algo complejo considerando el medio millón de espectadores que asistió a la cita.

Pero el 5 de julio de 1969 marcó un antes y un después en la carrera y el mito de los Rolling Stones. Ese día, la banda británica dio un concierto gratuito en el legendario Hyde Park en Inglaterra; su primera presentación ante una audiencia en vivo en dos años, sólo habiendo pasado por una breve aparición en una premiación en 1968. El evento, organizado como un festival de música en donde se presentaron además otras bandas de la época, sería la presentación en sociedad del nuevo guitarrista de la agrupación, Mick Taylor.

Parte de la prolongada ausencia de los escenarios se debió a los problemas internos con Brian Jones, fundador y guitarrista del grupo, cuya adicción a las drogas y comportamiento errático le impidieron a los Rolling Stones considerar el tocar en vivo. Taylor reemplazó a Jones el 8 de junio de 1969, cuando los liderados por Mick Jagger decidieron que no podían seguir adelante con el músico.

Pero dos días antes de lo que sería un reencuentro triunfal, el concierto de Hyde Park se transformó de antemano en un luto: Jones fue encontrado muerto tras ahogarse en su propia piscina.

Por eso, el debut de Taylor terminó siendo una despedida para Jones, con sus ex compañeros dedicándole el concierto y refiriéndose a su partida y legado durante la presentación. A pesar de la tragedia y los problemas técnicos, la emotividad del concierto transformó el momento en un hito, en el que una de las bandas más importantes de la música popular reafirmó su lugar en el estrellato y la historia.

El momento llegará ahora al cable, con el canal Film & Arts (44 VTR, 746 DirecTV) emitiendo el concierto documental Stones in the Park, que retrata el histórico momento, este viernes a las 18 horas. Al igual que otras presentaciones de la banda llevadas a la pantalla, como Shine a light (2008) y Havanna moon (2016), el registro de una hora mezcla la trastienda del evento y su audiencia con imágenes del concierto en sí mismo, rescatando un puñado de canciones del tiempo de los Stones en el escenario. La banda aprovechó la ocasión para interpretar temas de su catálogo nunca tocados en vivo hasta ese momento, como I'm free, además de adelantar lo que sería su exitoso álbum Let it bleed, con Midnight rambler, que se publicaría meses después. También están presente éxitos clásicos del grupo como (I can't get no) Satisfaction y una versión de más de diez minutos de Sympathy for the devil.

Una fiesta con revancha

Antes de que los Stones subieran el escenario, la audiencia, que comenzó a llegar a Hyde Park desde el día anterior -y que llegarían a ser 500 mil personas-, ya había comenzado una vigilia en honor a Jones prendiendo velas. La jornada de ese 5 de julio se realizó como un festival de música, principalmente con bandas y nombres emergentes de la época. Un joven pero ya célebre Roy Harper se presentó en la cita, además de una desconocida banda llamada King Crimson, que no había publicado ni si quiera su primer disco en ese momento. Su concierto terminó siendo uno de los más elogiados de la jornada, y es considerado un momento fundamental en el posterior estallido en popularidad que vivió la banda de Robert Fripp.

Años más tarde, si bien la organización del concierto implicó un impresionante despliegue técnico -seis productores, un equipo de 50 técnicos y seis cámaras trabajaron en el evento- la misma banda reconocería que el concierto, si bien importante, no fue una de sus mejores presentaciones. "Creo que no sonamos bien hasta el último par de canciones. Había pasado mucho tiempo sin tocar juntos. De todas maneras creo que a nadie le importó; sólo querían escucharnos tocar de nuevo", dijo años más tarde el guitarrista Keith Richards. A pesar de reconocerlo como un "evento que marcó la sociedad Británica", el periódico The Guardian también acusó que "la dolorosa falta de preparación de la banda fue obvia".

El grupo regresaría a Hyde Park 44 años más tarde, dando dos conciertos en 2013 alrededor de la misma fecha de su presentación original, transformando los mejores temas de ambos días en un disco en vivo, Hyde Park Live. Si bien Mick Taylor tampoco duró de forma permanente en el grupo, dejando su lugar en 1974, regresó en esa ocasión a recordar su debut con la banda, tocando en dos canciones cada noche.