"Noé fue el primer ambientalista. Un personaje realmente muy interesante. Creo que está más vigente que nunca, pues el guión de la película habla de un colapso ecológico y eso tiene directa relación con lo que pasa hoy en el planeta". Las palabras del director Darren Aronofsky son del año 2008, cuando en plena promoción de la exitosa El luchador, buscaba financiamiento para su filme Noé. Seis años han pasado de aquella entrevista al portal Slashfilm y finalmente, Noé llega a puerto: se estrena el 27 de marzo en Chile y un día después, en Estados Unidos. Eso sí, la controversia está desatada y no todos ven con buenos ojos esta superproducción de 125 millones de dólares.
Los grupos católicos más estrictos de EE.UU. han criticado la cinta, por cuanto se alejaría de la historia bíblica tradicional. Pero el director se defiende diciendo que Noé busca enfatizar aspectos del Viejo Testamento que antes se pasaron por alto. "Noé fue la primera persona en la historia bíblica en plantar: viñedos, beber vino y emborracharse. Está en el Biblia: es lo primero que hizo tras el término del diluvio. Creo que es el sentimiento de culpa del sobreviviente. Es un tipo complejo y muy oscuro", dijo Aronofsky al diario británico The Guardian.
La decisión de darle un tono más terrenal a la trama provocó que el filme se prohibiera en Catar, Bahrein y Emiratos Arabes. Ayer, varios países musulmanes se sumarón a tal medida. La religión islámica censura cualquier representación de un profeta, sea musulmán o no. Noé, por otra parte, está identificado en el Corán como Nuh.
En tanto, Paramount, el estudio tras la megaproducción, sugirió al realizador, tras unos pases de prueba en Estados Unidos, aplicar cambios al montaje, con el objetivo de no defraudar a la audiencia más religiosa. Aronofsky se negó y entonces Paramount optó por su propio montaje: mucho más "cristiano", con más imágenes religiosas y hasta con una canción de rock cristiano en el final. Lo mostró a un público de prueba y la reacción fue aún más fría que la recibida por la versión original de Aronofsky.
Pero el director está confiado de que las críticas y las dudas hacia la película irán disminuyendo tras el estreno. La cinta, por lo pronto, tiene un elenco de estrellas: Russell Crowe, como Noé, secundado por Emma Watson (Ila), Anthony Hop-kins (Matusalén) y Jennifer Connelly (Naama).
EN PRINCIPIO FUE EL COMIC
Antes de saltar a la pantalla grande, Noé fue una novela gráfica, con guión de Aronofsky. El director de Réquiem por un sueño comenzó a trabajar sobre esta historia, mientras preproducía La fuente de la vida (2006).
De acuerdo con los primeros trailers y según se desprende de la novela gráfica, este Noé está más cerca de un héroe de acción que de un profeta clásico. Lidera a los suyos y a su familia, enfrentándose a la sociedad de la época, que ha dado mal uso a la tierra, ha derrochado y es viciosa. "¿Se tratará de un loco?", se preguntan los que viven en la desembocadura del río Eufrates, acerca de esta suerte de outsider de pelo corto y edad media.
La cinta muestra también las alucinaciones apocalípticas que experimenta Noé, en las que comienza a ver la destrucción del mundo tras el poderoso aluvión que termina con toda la vida sobre la tierra. Bajo órdenes divinas, comienza a construir su arca y a reunir a una pareja de cada especie animal.
También hay reparos a la interpretación ecologista de Aronofsky. El guionista Brian Godawa (To wend all wars) dice en su propio sitio: "El guión es profundamente anti-bíblico. El pecado fue lo que provocó el juicio del diluvio, no la violencia contra el medioambiente como se muestra aquí".
Rodeada de una controversia que quizás a la larga le juegue a favor en taquilla, Noé por lo menos busca diferenciarse de sus predecesoras. Es la defensa de Aronofsky al menos: "Estoy seguro de que la película va a superar todas las expectativas, porque todo el mundo espera a un hombre viejo, con barba larga, con una túnica y sandalias y todos esos animales felices".