Era 2002 y la actriz galesa Miriam Heard (38) visitaba Chile. Durante su estadía, su pareja -el filósofo Andrés Claro- le pidió que lo acompañara al rodaje de un amigo. Ahí, surgió una insospechada escena. Sin saber español, entró a actuar con un papel y una pequeña indicación: a medida que los actores -también improvisados- entraban a escena y se acercaban a ella, debía leer las preguntas anotadas. Su personaje era una secretaria en la embajada sueca que aceptaba o rechazaba visas. Esta improvisación era nada menos que una escena de Cofralandes: Chilean Rapsody (2002), película del director chileno Raúl Ruiz (1941-2011).
Años más tarde, el vínculo entre la actriz y el cineasta se estrechó y Heard actuaría en cintas como Klimt (2006), La mansión Nucingén (2008) y su cortometraje para los 60 años de Cannes (2007). Hoy, la actriz, formada en The Royal Academy of Dramatic Art de Londres, quien vive la mitad del año en Chile, se encuentra en otra faceta: estrena su primer largometraje como directora, Tierra yerma, se seleccionado en la competencia internacional del Festival de Cine de Mujeres (Femcine), que se realizará entre el 28 de marzo y 2 de abril.
Miriam Heard cuenta que en 2011 leyó en la prensa la historia de mercenarios chilenos que habían sido reclutados por compañías norteamericanas. Marcada por un profundo interés histórico, el tema la cautivó por su relación con el Medio Oriente, donde creció. La guerra le ofrecía un nexo entre esa región y Chile, y fue la inspiración de su primer guión, dirigido por ella misma. "Al principio yo decía 'Oh my God, el mundo tiene que saber esto' (los mercenarios chilenos), pero rápidamente me di cuenta de que ya se sabía y que el escándalo era que a nadie le importaba. Por eso mi película no es una denuncia política, sino algo mucho más intimo", dice.
Tierra yerma narra la historia de dos hermanos que tras actuar de mercenarios en Irak, vuelven a Chile marcados por los rastros de la guerra y las secuelas psicológicas. Jorge (Julio Milostich), el menor, además de trabajar como guardia nocturno en el puerto de Arica, cuida del mayor, Pelao (Erto Pantoja), quien después de quedar en silla de ruedas producto del conflicto armado, decide quitarse la vida. Entonces su hermano y su ex esposa Hanna (Heidrun Breier) inician un viaje por el altiplano para llevar las cenizas, viaje en que se mezclan la tristeza, la culpa y los sentimientos que tienen el uno por el otro.
Para Miriam Heard este recorrido no podía ser en cualquier lugar. En diciembre de 2012 partió a Arica, al altiplano y sus alrededores a conocer, y pensó situar la película en esa zona. Justo un año más tarde, en medio del invierno boliviano, filmó en esos lugares.
Durante los primeros 15 días de rodaje en el norte, el clima se convirtió en un desafío, cuenta. La temperatura casi no permitía cargar las baterías y algunos caminos fueron cortados, lo que obligó a Miriam Heard a cambiar de locación y reescribir parte del guión. "Desde un principio pensé hacerla ahí. Para mí el viaje que hacen Jorge y Hanna para llevar las cenizas, es un viaje iniciático de sobrevivir a la culpa y tenía que hacerse allá. Van pasando por pueblos que fueron construidos por los españoles donde hay rastros de una colonización. Yo escogí la región pensando que tenía un eco histórico, geológico que lo hacía no cualquier lugar, tenía un sentido", dice.
¿Qué espera del estreno de Tierra yerma?
Esta no es una película comercial. Es una película modesta, no pretende atraer a las masas. Estamos viendo si estrenamos en Cine Arte Alameda entre agosto y octubre. Por ahora, me gusta que esté en festivales como Femcine, es un buen momento.
¿Qué aprendió al realizar su primera película?
Uno empieza un proyecto así con la necesidad de decir algo. Con la idea de hacer pensar, pero eso pasa por hacer sentir y con esta película me di cuenta de lo difícil que es eso. Reconozco que salió una película muy seca y me han criticado, pero es honesta y dice lo que yo quería. No busca el sentimentalismo y eso puede generar rechazo.
¿Cómo influyó Raúl Ruiz en su trabajo como directora?
Raúl tenía la gracia de que la gente hacía lo que él quería y además lo pasaban bien haciéndolo. Cuando uno ve eso y lo vive, después piensa que es así como quiere trabajar. Aprendí que esto es un ejercicio humano. Por ejemplo, jamás se me ocurriría gritar o pelear en el set.
Desde la muerte de Ruiz, Heard ha mantenido el contacto con la también cineasta y viuda del director, Valeria Sarmiento, quien para la aconsejó y asesoró en algunas decisiones para el rodaje de Tierra yerma.
Dentro de sus nuevos proyectos, Miriam Heard trabaja ya en su próxima película, una adaptación de la obra de teatro Las tres hermanas de Chéjov. Al igual que en Tierra yerma, en este guión la directora buscó un foco familiar para hablar de un trasfondo político, en este caso la colonización del sur del país durante la II Guerra Mundial. "Cuando escribo suelo hacerlo a partir de puntos de información interesantes. En Chile veo muchas situaciones que me interesan y apelan, es un territorio muy rico para buscar mis historias", dice Heard, quien relata que su próximo filme está en etapa de preproducción y espera rodarlo durante el invierno de 2019.