Faltan dos semanas para el 21 de mayo, fecha en la que se ingresarán tres proyectos de educación escolar que buscan terminar con el lucro, la selección y el financiamiento compartido en la educación escolar. Contra reloj, las autoridades del Mineduc siguen trabajando en estas materias sin dar mayores detalles de cómo se modificaría el sistema.
Sin embargo, los investigadores del Centro de Estudios Públicos (CEP) publicaron un estudio que aborda cómo y cuánto costaría implementar la medida que pone fin al financiamiento compartido entre el Estado (vía subvención) y la cuota mensual de los padres.
Según el estudio de Sylvia Eyzaguirre, investigadora del CEP, la iniciativa tendría un costo total anual de US$ 2.985 millones. Es decir, casi un punto del PIB, como lo establece la autora. La reforma tributaria que gestiona el gobierno pretende recaudar unos US$ 8,2 mil millones, es decir, 3,2 puntos del PIB, de los cuales 1,5 a 2 se destinarán a educación, según precisó el ministro de Hacienda, Alberto Arenas (ver tabla).
Del cálculo de la experta se desprende que casi la mitad de lo que se destinará a la reforma educacional lo concentraría el fin al copago, mientras que la otra mitad se tendría que dividir entre la educación parvularia y superior, más lo que demande la desmunicipalización.
"Creo que la mayor inversión debiese ser en escolar y preescolar, ya que es ahí donde se producen las mayores diferencias por el nivel socioeconómico de las familias, que se mantienen en el tiempo y que se traducen en diferencias cognitivas, según la evidencia", explica Eyzaguirre.
En 2012, según el estudio, las familias aportaron vía financiamiento compartido unos US$ 561 millones ($ 272 mil millones). Es este gasto el que deberá asumir el Estado. "Reemplazar esos dineros no es suficiente, porque los recursos que distribuyen los padres no son en forma homogénea ni equitativa, ya que hay algunos que pagan $ 5 mil y otros $ 80 mil. Para cambiar el sistema se requiere una mayor inversión, para que el cambio sea de forma equitativa y perjudicar a la menor cantidad de colegios", aclara Eyzaguirre.
La experta calcula que si se decide sustituir el gasto de los padres y extender la subvención al máximo del copago hoy permitido (unos $ 82 mil), el desembolso estatal alcanzaría a US$ 5.500 millones. "Si bien la reforma tributaria recaudará US$ 8 mil millones, gastarse más de la mitad en educación escolar me parece poco razonable", explica.
Eyzaguirre propone un camino intermedio para eliminar el copago, que incluye aumentar la subvención regular y preferencial, además de la creación de la subvención para clase media.
A juicio de la experta, esta opción no tendrá un impacto negativo en la calidad del sistema.
¿COMO?
El primer paso sería aumentar la subvención regular que se les entrega a los colegios municipales y subvencionados, asociada a la asistencia de los alumnos. Esta debería crecer -según la propuesta- en US$ 69, casi $ 40 mil por alumno. Con esta inversión, el país se acercaría al gasto estatal que hacen en promedio los países de la Ocde en educación escolar (3,7% del PIB). En Chile, en tanto, este gasto llega a 2,7% del PIB. El aumento en la subvención vendría a compensar el aporte de las familias que pretende impulsar el gobierno.
A esta medida se suma el congelamiento del cobro que hacen los colegios a los padres y sugiere prohibir el financiamiento compartido para los futuros recintos.
También propone la obligatoriedad de la subvención escolar preferencial (SEP), que son aportes que entrega el Estado para apoyar la educación de alumnos vulnerables. Esta subvención se creó en 2008 y, a juicio de varios expertos, ha generado un impacto positivo en los resultados del Simce, por ejemplo. "Deberíamos avanzar hacia su obligatoriedad. De esta manera aseguraríamos un trato igualitario a todos los niños", explica en su estudio la ex asesora del Mineduc, quien añade igualar estos montos entre enseñanza media y básica (ver cuadro).
También se incluye la creación de subvención para la clase media. "El Estado entrega hoy la misma cantidad de recursos a familias que ganan $ 470 mil mensuales que a las que reciben $ 3 millones".