Si bien el nivel del torneo de Clausura no destacó por un fútbol llamativo, sí lo hizo en cuanto a la emoción. A falta de una fecha para el final del campeonato (excepto para Unión La Calera y San Luis, que juegan mañana ante la U y la UC, respectivamente) no hay ningún equipo descendido. La irregularidad que mostraron los equipos de la Quinta Región, sumado a las pobres campañas de San Marcos, Cobresal y Antofagasta durante la temporada 2015-2016, han hecho que todo quede definido en la última fecha.

Pero vamos por parte. Hasta el día de hoy, Unión La Calera es el equipo más complicado con el descenso. Los 25 puntos que acumuló en el Apertura (15) y el actual Clausura (10), más su pésima diferencia de gol (-26), hacen casi inviable su permanencia en Primera División. El partido del martes ante Universidad de Chile resulta clave, pues de no ganar será el primer elenco en perder la categoría.

En cambio, en caso de vencer a los azules, definirá su cupo el próximo viernes ante Deportes Iquique, como local. De todas formas, el cuadro de Leonardo Ramos debe esperar que no gane San Marcos ni que Antofagasta y Cobresal empaten para salvarse. La tarea es casi imposible, una derrota los condena irremediablemente.

San Luis de Quillota es el segundo con más chances de descender, pues también suma 25 unidades y una diferencia de goles de -10. El duelo del martes ante la UC, en el estadio Lucio Fariña, también es clave en sus aspiraciones. La mala fortuna hizo que se cruzara ante los precordilleranos justo cuando ellos pelean palmo a palmo el título junto a O'Higgins y Colo Colo.

Por lo mismo, el equipo de Miguel Ramírez debe ganar los dos encuentros que le restan pero con una condición clave: debe hacer seis goles y no recibir ninguno para quedarse en Primera. Sobre todo por el último rival al que enfrentan: Deportes Antofagasta, que está a un paso de salvarse. Además, dependen de San Marcos de Arica y Cobresal, que si ganan en la última fecha los mandarán a la B sin apelaciones, independientemente de los resultados que logren. Una derrota ante Católica los hará descender automáticamente.

El caso de los Pumas se ve más factible, ya que sólo necesitan un empate ante San Luis para estar un año más en la elite del fútbol chileno. El cuadro del español Beñat San José tuvo un Clausura más que rescatable, donde logró los puntos necesarios para llegar a la última fecha casi salvado (marcha séptimo, con 20 unidades). Sin embargo, debe esperar que los quillotanos no le ganen a la UC -sin recibir goles, obviamente-, ni que tampoco los venzan por una diferencia que los pueda dejar bajo ellos en la tabla de posiciones.

En tanto, San Marcos de Arica depende de sí mismo para quedarse un año más en la división de honor del fútbol criollo: una victoria sobre Palestino los salva automáticamente. Además, el hecho de que San Luis y Unión La Calera enreden puntos en sus últimos dos partidos también los beneficia. Tienen 29 puntos en la tabla acumulada y marchan decimocuartos.

Por último, Cobresal (31 puntos) desperdició una oportunidad de oro para mantener la categoría. La derrota de ayer ante O'Higgins por 3-2 alargó la agonía del elenco de Dalcio Giovagnoli, el que hasta el minuto 87 le ganaba a los rancagüinos por 2-1. Pese a esto, solamente necesitan sumar ante Unión Española y que ni Unión La Calera ni San Luis de Quillota logren sendas victorias en sus últimos dos encuentros para conseguir el objetivo de salvarse.

Al igual que San Marcos y Antofagasta, sólo una catástrofe haría que el cuadro campeón del Clausura 2015 descienda a la Primera B.