La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un acuerdo la noche del martes evitando a último momento el llamado "precipicio fiscal", que hubiera implicado subidas de impuestos para la mayoría de los estadounidenses y recortes automáticos del gasto.
El proyecto de ley, aprobado por la Cámara dominada por la oposición republicana en una votación de 257 a 167 que concluyó poco después de las 23.00 horas locales, marca una victoria para el presidente Barack Obama, quien debe ahora firmarlo para que entre en vigor.
La madrugada del lunes el Senado, donde los demócratas tienen mayoría, había aprobado por 89 votos a favor y 8 en contra un acuerdo que retrasa los recortes automáticos de gastos gubernamentales y extiende las exenciones impositivas para la mayoría de los estadounidenses.
Posteriormente Barack Obama habló desde Washington para celebrar el acuerdo alcanzado,, indicando que hacía al sistema tributario más justo, haciendo énfasis en que los siguentes pasos de serían de ayuda a la clase media, creación de empleos y para promover la inversión no sólo fuera de los Estados Unidos, sino también dentro del país.
DETALLES DEL ACUERDO
La votación en la Cámara baja se produjo después de una intensa jornada en la que los republicanos estuvieron a punto de hacer descarrilar el compromiso.
Un número significativo de miembros republicanos había exigido introducir en el proyecto de ley una enmienda para recortar el gasto del Gobierno en 300.000 millones de dólares.
El intento de enmendar el compromiso del Senado habría supuesto, de hecho, la muerte del preacuerdo bipartidista, debido a la falta de tiempo para negociar los cambios con la Cámara Alta antes de la instalación el día 3 de un nuevo Congreso.
Entre otras medidas, la legislación aprobada, que entrará en vigor en cuanto la firme Obama, convierte en permanente el nivel actual de los tipos impositivos para un 98 % de las familias y un 97 % de los pequeños negocios.
Eleva, por el contrario, el impuesto para las parejas con rentas anuales superiores a los 450.000 dólares, que volverán a contribuir con un tipo del 39,6 %, como hace dos décadas, en lugar del 35 % actual.
El acuerdo no prorroga, sin embargo, la rebaja temporal de las retenciones sobre los salarios que aprobó el gobierno de Obama dentro de las medidas de estímulo a la economía, por lo que los estadounidenses sí que notarán a partir de mañana una reducción de sus salarios netos.
A través de esa combinación de subidas de los tipos y reducción de ciertas deducciones para los más adinerados, el gobierno espera recaudar 620.000 millones de dólares en nuevos ingresos en los próximos diez años.
La ley prorroga, además, por un año el subsidio de emergencia por desempleo que beneficia a 2 millones de estadounidenses.
Aplaza, sin embargo, por dos meses, los recortes automáticos previstos en el gasto del gobierno federal, lo que presagia nuevos enfrentamientos en poco tiempo entre republicanos y demócratas.
Obama reconoció que el déficit del país "es demasiado alto" y se declaró "completamente abierto" a un compromiso para reducirlo, pero de forma "equilibrada".