"Modernización y transparencia en el financiamiento de la política". Este es el nombre de la propuesta presentada hoy por el presidente de la UDI, Ernesto Silva, y el senador de la misma colectividad, Hernán Larraín.

La propuesta fue entregada ad portas de que se inicie el debate sobre el financiamiento de la política, donde el Ejecutivo alista un proyecto de ley. El tema cobró relevancia este año a raíz de la investigación por eventuales aportes irregulares del grupo Penta a campañas políticas.

La UDI plantea en su documento el término de los aportes anónimos a campañas políticas y, a su vez, el acotar las donaciones de carácter reservado (en las cuales se conoce el monto, no así la persona que hizo entrega de los recursos). Se plantea, además, que exista un aporte público destinado a gastos operacionales de los partidos políticos, a la formación de jóvenes y centros de estudios. (Ver texto completo en este enlace).

Junto con esto, se propone incorporar a los partidos políticos dentro de la ley de transparencia, dotar de mayores facultades fiscalizadoras al Servicio Electoral y establecer un código de conductas para los funcionarios públicos durante el periodo de campaña.

APORTES DE CAMPAÑA

En relación a las donaciones, el senador Larraín explicó que "pensamos que los aportes tienen que tener elementos distintos, un aporte basal con un piso mínimo para todos los partidos de acuerdo a su tamaño. Segundo, un aporte variable que dependa del número de parlamentarios que tenga el partido y por lo tanto esa tiene que ser la variable principal porque es lo que le da la entidad al partido político. Y, finalmente, un incentivo para que hayan donaciones particulares de los militantes y simpatizantes, lo que se llama el 'peso por peso': Si logran financiamiento los partidos, el Estado contribuye con un incentivo complementario".

Larraín explica que "mantenemos por cierto el aporte privado que hoy existe pero con este incentivo adicional de manera que sea real el aporte que los militantes y simpatizantes hacen al financiamiento de los partidos".

El senador UDI explica que la propuesta apunta a que se mantenga el financiamiento mixto de la política, aunque acota que "creemos sí que el financiamiento público debe incrementarse sustantivamente para evitar la dependencia del sector privado, personas naturales o jurídicas".

"Pero no creemos que todo debe ser financiamiento público, porque eso al final también produce una dependencia de la política y no es sano para la democracia. Un equilibrio de aporte público y privado como ocurre en el mundo", agregó.

En relación a los aportes privados, Larraín detalló que "mantenemos el aporte reservado de las personas naturales y de las personas jurídicas, pero introducimos un doble tope. Por una parte hoy día el financiamiento de las personas jurídicas solo puede financiar el 10% de la campaña de un parlamentario. Estamos pidiendo que eso se baje a una cifra aproximada del 4%".

"Y al mismo tiempo introducimos un segundo tope que es que de la campaña de un parlamentario o de un candidato no puede haber más de un porcentaje financiado por esta vía, lo estamos fijando un 60% como también una señal indicativa de que queremos que no haya mayor concentración", agregó.

Sobre los aportes anónimos, el senador asegura que "en nuestra opinión este es el más peligroso de todos porque los aportes reservados que dan las personas naturales son conocidos por el Servel y por el SII, y por lo tanto hay control sobre ellos".