"No es lógica ni científicamente sostenible que estas aves (jotes) -posadas o en contacto con los tendidos o las estructuras-, al hacer puente luego de tener contacto con la red eléctrica (...), caigan al suelo encendidas y provoquen un incendio". Esta es una de las conclusiones que aparecen en el documento que la empresa proveedora de electricidad de la V Región, Chilquinta, elaboró para establecer los orígenes del incendio que afectó a Valparaíso, el pasado 12 de abril y que dejó 15 víctimas fatales y cerca de 2.900 viviendas destruidas.
El escrito, que fue presentado en la Fiscalía Local de Valparaíso el 19 de mayo, señala que como empresa, "hemos considerado aportar a su indagación preliminar los siguientes antecedentes que pueden ser de interés, con el único objetivo de colaborar en las pesquisas y aportar toda nuestra capacidad técnica destinada al pronto esclarecimiento de lo ocurrido".
El texto -que aparece presentado por el gerente legal de Chilquinta, Manuel Pfaff- se hace cargo de tres hipótesis que se han barajado respecto del origen del fuego: choque de cables por el viento, supuesto corte del tendido eléctrico y la electrocución de dos aves en contacto con el tendido de cables.
Posibles causas
El documento señala que Chilquinta tiene instalaciones eléctricas desde 1920 en el fundo Los Perales, al sur del Camino La Pólvora, uno de los posibles lugares en que se habría iniciado el siniestro. Agregan que, según el registro digital que tiene la empresa, "no reflejó falla o interrupción alguna de suministro antes del inicio del incendio (...). De haberse producido el contacto entre cables eléctricos, se habría ocasionado un cortocircuito". Según ellos, esto habría producido que se cortara la luz, lo que no ocurrió.
El informe indica que el primer llamado por alteraciones del suministro eléctrico se registró a las 17.38 en el sector de Playa Ancha, "que por cierto no tiene relación alguna con el incendio". De acuerdo con las pesquisas de la policía, el incendio se habría iniciado antes de las 16.15. Según la empresa, sin avisos y por cuenta propia, los técnicos acudieron hasta la zona del siniestro y desconectaron los sectores de red que estaban siendo afectados por el incendio.
Usando la misma lógica, la empresa desestima que se haya cortado un cable que haya generado el incendio. Esto, porque no hubo registros de corte de electricidad. "Dado que no hay registros en nuestros sistemas de protecciones ni tampoco reclamos de clientes, la hipótesis de un corte de conductor debe necesariamente ser descartada", señala el documento. Asimismo, se hace hincapié en que "al día de hoy se suministra energía eléctrica con los mismos conductores".
Para aclarar la hipótesis respecto de la electrocución de los dos jotes, la firma contactó a una serie de expertos, entre los que estaban algunos especialistas en el comportamiento de este tipo de animales. Las conclusiones también quedaron reflejadas en el documento. Se indica que "un evento o fenómeno de estas características, sólo se explicaría en base a lo que se denomina principio de rareza". Agrega que por la morfología de estas aves y "las características electrofísicas del fenómeno, dicha hipótesis (que las aves se hayan electrocutado y hayan caído al suelo prendidas de fuego) resulta altamente improbable". El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, dijo que "esto demuestra que no es una situación cerrada, está plenamente vigente (...). Lo peor que uno puede hacer es lucubrar algo e ir diciendo una cosa y después la otra. Prefiero dar los espacios y tiempo necesarios para llegar a la verdad".
La Tercera consultó a Chilquinta sobre el origen del fuego. La empresa respondió que "sólo podemos descartar categóricamente un accidente eléctrico. Si hubo asados, acciones de terceros o falta de cuidado de otras personas en el lugar es tarea de la investigación en curso".