La Fiscalía de Düsseldorf informó hoy de que el copiloto del avión de Germanwings que se estrelló la pasada semana en los Alpes estuvo hace años, antes de conseguir su licencia como piloto, bajo tratamiento psicoterapéutico por "tendencias suicidas" durante un largo periodo de tiempo.

"Posteriormente hubo más visitas médicas con prescripción de baja, sin que en ella se constataran tendencias suicidas o agresivas", subrayó la Fiscalía en un comunicado, en el que señala que de la documentación confiscada no se desprende que el copiloto, Andreas Lubitz, tuviera "ninguna enfermedad física"

Los investigadores europeos mantienen una arista de la investigación en el estado psicológico del copiloto alemán de 27 años que, según la fiscalí­a, estrelló deliberadamente un Airbus contra una ladera en los Alpes

Andreas Lubitz se sometió a psicoterapia "con una nota sobre tendencias suicidas" durante varios años antes de ser piloto, detallarón desde Düsseldorf.

El vocero de la fiscalí­a, Ralf Herrenbrueck, dijo que los investigadores no han descubierto indicios de un motivo para que Lubitz estrellara el avión ni señales de enfermedad fí­sica.

Al regreso de una reunión con homólogos alemanes, el investigador de la policí­a judicial Jean-Pierre Michel dijo que las autoridades quieren descubrir "qué podrí­a haber desestabilizado a Lubitz o llevarlo a cometer tal acto".

Una rama de la investigación busca entender las motivaciones del copiloto para que impidiese la entrada del capitán a la cabina ignorando sus llamados para abrir la puerta antes de ordenar manualmente el descenso del avión en el que tendrí­a que haber sido un vuelo rutinario.

En el remoto punto de la montaña donde se produjo el accidente, las autoridades francesas estaban construyendo una carretera para facilitar el acceso al lugar.

En la ciudad suroriental de Marsella, el director de operaciones de Germanwings, Oliver Wagner, se reunió con familiares de las ví­ctimas el lunes en Marsella, en el sureste de Francia. En total, 325 parientes viajaron al paí­s.

Las autoridades francesas han rechazado confirmar o negar las informaciones publicadas por la prensa que apuntan que Lubitz habí­a estado medicándose para tratar una depresión u otros problemas mentales.

En la misma línea, se negaron comentar un reporte del diario alemán Bild am Sontag el domingo que graficaba que el piloto salió de la cabina para ir al baño y a su vuelta la puerta estaba bloqueada llegando a gritarle en algún momento a su compañero: "Por el amor de Dios, abre la puerta".

Brice Robin, fiscal estatal en la ciudad francesa de Marsella, dijo que ninguno de los cuerpos recuperados hasta el momento habí­a sido identificado, negando así­ los reportes de medios hermanos de que se habí­an gallado restos de Lubitz.

Las pruebas al cuerpo del copiloto pueden proporcionar pistas sobre cualquier tratamiento médico que estuviese recibiendo.