Hace un año está en manos de la ficalía de Rancagua el video donde se evidencia una agresión en contra de más de 40 internos de la cárcel regional, por parte de un grupo de gendarmes.

Sin embargo, esta causa aún no ha sido formalizada, y los funcionarios involucrados permanecen en la institución.

Según explicó el fiscal jefe de Rancagua, Sergio Moya, la causa "no está cerrada, y se está recabando todos los antecedentes para formular la imputación a todos los que corresponda de manera conjunta".

Moya manifestó que la investigación está dentro de los plazos establecidos en el Código Procesal Penal, y que no ha sido formalizada porque "no ha sido fácil esclarecer los hechos". 

"Las imágenes son de distintas cámaras, de distintas calidades. Hay algunas que sí permiten identificar pero que no dan cuenta de acciones de apremios ilegítimos, hay otras que se ven sombras y la idea es poder identificar a todos quienes incurrieron en agresiones y los que no, porque hay que diferenciar", explicó el persecutor.

El fiscal argumentó que las pruebas para sostener la imputación, hasta el momento, han complicado el avance de la indagatoria, pues, "las cámaras por sí solas no permiten identificar a todos de manera fácil y directa como para poder imputar cargos con tranquilidad y objetividad, como corresponde".

Además, dijo, el ministerio público ha requerido el sumario de gendarmería "que aún no ha llegado", y como parte de las diligencias se ha entrevistado a algunos reos y a sus familiares.

Según el fiscal jefe, los gendarmes podrían haber incurrido en la figura penal del artículo 150 del Código Penal, "que sanciona a los funcionarios públicos que apliquen tormento físico o apremios ilegítimos a personas que se encuentren privadas de libertad".

DOS CAUSAS PARALELAS

La fiscalía de Rancagua indagó por separado el hecho del intento de fuga de los reos, quienes habrían golpeado a un gendarme, y la posterior agresión de los funcionarios a los internos.

En la primera causa se formalizó a los dos presos que el 3 de agosto del año pasado trataron de escapar, por el delito de robo con violencia.

Moya explicó que, entonces, "un interno simuló estar enfermo, lo que hizo que un gendarme concurriera a su celda. En el lugar fue reducido por dos personas, fue agredido con armas corto punzantes, se le sustrajo su casaca de servicio, las llaves, su bastón de trabajo y fue encerrado en una celda".

Tras ello se produjo el intento de fuga de dos personas quienes fueron reducidos.

La segunda causa que indaga la fiscalía, tiene que ver con la agresión. El fiscal Moya, dijo que "el personal de servicio de aquella noche, procedió a desalojar algunos módulos, todo lo que quedó grabado en las cámaras de seguridad que captaron la agresión a algunos internos".

Tanto el hecho de la fuga como la agresión fueron denunciadas por gendarmería a la fiscalía local dando origen a dos indagatorias, una por el delito de robo con violencia y otra por los apremios ilegítimos que sufrieron los internos.

Ambas investigaciones se encuentran vigentes.

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