Durante dos horas la fiscalía metropolitana Oriente expuso sus alegatos de clausura, tras casi tres meses de juicio oral en contra del sacerdote John O'Reilly, acusado por el delito de abuso sexual reiterado a dos menores, ex alumnas del Colegio Cumbres.

En su intervención, la fiscal Lorena Parra aseguró que las pruebas expuestas durante el juicio son clave para determinar la presunta responsabilidad del cura en los hechos, donde se le imputa haber abusado de las niñas aprovechándose de su calidad de asesor espiritual del establecimiento, entre los años 2007 y 2011.

Según la persecutora, el relato de las menores es consistente en señalar que el religioso mantuvo una relación especial con las dos hermanas, a quienes sacaba de la sala en horario de clases, sin mayor regulación por parte del establecimiento.

La fiscal describió que, de acuerdo al relato de la mayor de las hermanas, el cura trancaba la puerta de su oficina "con un tope" para estar a solas con la niña, quien cumplía la función de "acólita" del sacerdote.

Parra además dio cuenta que en el colegio había un "desorden administrativo", que no permitía detectar las salidas e ingresos de las menores a las salas de clases. Sin embargo, dijo la persecutora, durante el juicio una de las secretarias del acusado, reconoció haber sacado a las niñas de la sala para llevarlas a la oficina del religioso.

Durante el juicio el sacerdote de la congregación Legionarios de Cristo, mantuvo su derecho a guardar silencio.

Parra concluyó sus alegatos dirigiéndose a los magistrados que tomarán la determinación sobre si O'Reilly es culpable o inocente, a quienes manifestó que ,"ustedes sabrán si creer al silencio del sacerdote o al relato de las niñas".

El ministerio público pide 20 años de presidio contra el sacerdote por ambos delitos en calidad de reiterados.

Durante esta jornada, también expondrá en los alegatos de clausura, el abogado defensor de O'Reilly, Luis Hermosilla, quien ha sostenido la inocencia del imputado.