El fiscal que investiga el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires en 1994, Alberto Nisman, expondrá mañana ante el Congreso su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento en la causa.
Legisladores oficialistas y opositores asistirán a la presentación del fiscal que se realizaría a puertas cerradas para que pueda brindar información secreta de los servicios de inteligencia, en medio del escándalo político que generó la denuncia.
Nisman denunció a Fernández de Kirchner por supuesto "encubrimiento" y pidió su declaración indagatoria, sospechada de "negociar un plan de impunidad y encubrir a los prófugos iraníes acusados de la voladura a la mutual judía".
La Justicia argentina acusa a siete ex altos funcionarios iraníes, entre ellos al ex presidente Alí Rafsanyani, y a un libanés sospechoso de pertenecer a Hizbolá de ser los ideólogos del atentado a la AMIA y pidió a Interpol su captura internacional, aunque hasta ahora sin éxito.
El atentado a la mutual judía fue perpetrado el 18 de julio de 1994 y causó la muerte de 85 personas y heridas a varios cientos.
La acusación de Nisman, que incluye al canciller Héctor Timerman y otros políticos, es a raíz de un tratado que firmó dos años atrás la Argentina con Irán para avanzar en el esclarecimiento de la causa AMIA. El mismo fue aprobado por el Parlamento en Buenos Aires.
El fiscal sostuvo en su denuncia que en realidad la finalidad del acuerdo habría sido desvincular a Irán de la responsabilidad por el atentado para acercarse geopolíticamente al gobierno de Teherán, obtener contraprestación energética, intercambiar petróleo por granos y hasta venderle armas.
Según afirmó en su denuncia de unas 300 fojas, la presidenta argentina habría forjado un plan para asegurar la impunidad de los sospechosos iraníes mediante un canal de comunicación paralelo con Teherán que habrían integrado el diputado kirchnerista Andrés Larroque y los dirigentes políticos Luis D'Elía y Fernando Esteche.
También habría participado un agente de inteligencia de estrecho vínculo que pertenece a La Cámpora, la agrupación política creada por Máximo Kirchner, el hijo de la mandataria, informó hoy el diario "La Nación".
El fiscal especial de la causa AMIA contaría además con un 330 discos con grabaciones de escuchas telefónicas que habría usado como pruebas para su acusación, señaló en tanto Clarín.
El fiscal dijo en declaraciones a los medios que gracias a esas comunicaciones interceptadas en secreto conoció quiénes y cómo participaron en las negociaciones para que argentinos e iraníes lleguen a un entendimiento por el caso AMIA.
Estas acciones, según Nisman, incluyeron delitos y sólo buscaban garantizar la impunidad de los sospechados de haber volado la mutual judía.
Reveló en tanto que las comunicaciones intervenidas que más información le aportaron a su pesquisa fueron las que se vehiculizaron a través de las líneas de uno de los prófugos de la causa AMIA, el iraní Mohsen Rabbani. Y también las que realizó Jorge "Yussuf" Khalil, a quien describió como el referente de Irán con mayor influencia política en la Argentina, informó "Clarín".
"Yussuf" y Rabbani habrían negociado el pacto entre Argentina e Irán por el caso AMIA con interlocutores de la Secretaría de Inteligencia (SI) y de la Casa Rosada, que habrían asegurado que hablaban por indicación de la presidenta.
El canciller aseguró que la denuncia de Nisman es "una mentira", al presentar una carta en la que el ex director general de Interpol Ronald Noble ratificó el compromiso del gobierno argentino de mantener las circulares rojas que impiden a los sospechosos del atentado a la AMIA salir de Irán sin ser detenidos.
El ataque a la AMIA fue el segundo atentado contra un objetivo judío en la Argentina tras el ataque explosivo a la embajada de Israel en Buenos Aires perpetrado el 17 de marzo de 1992, que dejó 29 muertos.