Por más de tres horas declaró ayer el ex Presidente Sebastián Piñera en calidad de imputado, ante el fiscal Manuel Guerra, en el marco del caso Bancard, luego de que el diputado comunista Hugo Gutiérrez presentara una querella en su contra.
La diligencia se realizó para indagar en dos aristas: las compras o adquisiciones que se hicieron de acciones de la pesquera peruana Exalmar mientras era jefe de Estado y por otra parte, por su intervención en Barrancones y en el proyecto minero Dominga.
El persecutor señaló esta mañana que tras la declaración de la carta presidencial de Chile Vamos "no se puede dar cuenta clara de la existencia de un delito en el cual se le pueda atribuir participación al Presidente Piñera".
Sin embargo, añadió que aún "tenemos ciertas diligencias pendientes, y una vez que eso se encuentre suficientemente agotado estaremos en condiciones de hacer un análisis más de fondo y definitivo. Pero lo que tenemos hasta el día de hoy no nos muestra la existencia clara de un delito del Presidente Piñera ni participación de él tampoco, por ese motivo no hemos tomado la decisión de judicializar el caso mediante una formalización".
Esto ya que se solicitaron otros antecedentes a distintos organismos públicos, entre ellos la PDI y la Presidencia de la República.
Guerra además sostuvo que en la declaración Piñera se refirió a las dos aristas y también a su intervención como Presidente de la República en la tramitación del litigio marítimo entre Perú y Chile.
"Para nosotros el objetivo era contar con la declaración. El Presidente Piñera tenía la posibilidad de guardar silencio, pero él decidió hablar, contestó cada uno de los temas que eran de nuestro interés. Desde esa perspectiva creemos que se ha cumplido con el objetivo de la diligencia, lo cual es útil para las decisiones que en su momento tengamos que tomar".