El alcalde de una ciudad mexicana donde 43 estudiantes desaparecieron después de un ataque de la policía y narcotraficantes está acusado de omisión por permanecer en una fiesta en lugar de ocuparse del hecho, informó el jueves el fiscal de Guerrero, Iñaky Blanco.
El fiscal dijo que el alcalde de Iguala, del estado de Guerrero (sur de México), José Luis Abarca, prófugo junto con su esposa desde pocos días después del ataque, falló en su deber de proteger a los estudiantes de ese episodio violento registrado hace casi dos semanas que dejó seis muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos.
El alcalde dijo que Blanco "fue omiso (...) en el sentido de que prefirió seguir en una fiesta" el 26 de septiembre, en momentos en los que se registraban al menos dos ataques, "dejando a merced de elementos de seguridad pública a las hoy víctimas".
La indignación de los mexicanos por el caso se tradujo el miércoles en marchas efectuadas en varios puntos del país en las que decenas de miles de personas exigieron al gobierno encontrar con vida a los estudiantes de magisterio.
Los jóvenes desaparecieron en la noche del 26 de septiembre después de que la policía de Iguala y miembros del cartel de drogas Guerreros Unidos balearan los autobuses tomados por decenas de estudiantes, de los cuales varios fueron vistos por última vez a bordo de vehículos de la corporación policial local.
El temor de los familiares sobre el paradero de los estudiantes creció la semana pasada después de que las autoridades encontraran 28 cadáveres aún no identificados, en fosas clandestinas.
Las autoridades encontraron esas tumbas por las declaraciones judiciales de dos sicarios de los Guerreros Unidos que confesaron haber ejecutado a 17 de los 43 estudiantes desaparecidos.
La identificación de esos cadáveres tomará semanas dado que fueron encontrados casi completamente calcinados.