El fiscal general mexicano, Jesús Murillo Karam, minimizó las esperanzas de identificar los restos humanos que se cree que pertenecen a los 43 estudiantes desaparecidos al reconocer que sólo dos huesos podrían ser útiles para las pruebas de ADN. 

Peritos especializados que pudieron ver los restos para saber si estaban en condiciones de hacerles pruebas "dijeron que había dos que tenían  posibilidades, dos restos, solamente una rótula y otro" pedazo de hueso, dijo Murillo Karam a la cadena Televisa.

Los restos encontrados en el estado de Guerrero (sur) estaban desintegrados, describió.

El fiscal explicó que no hay una fecha para que el laboratorio de la  Universidad de Innsbruck (Austria), al que se pidió apoyo, entregue un informe sobre sus análisis.

Este laboratorio "nos dio una posibilidad (de identificarlos). No nos dijo  que sí se podía pero nos dio una posibilidad", admitió.

El pasado viernes, el propio Murillo Karam informó al país de que tres  sicarios de un cártel narcotraficante declararon que los 43 estudiantes que  desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala (Guerrero) fueron asesinados y sus cadáveres quemados en un fuego que duró 14 horas.

Los detenidos dijeron que, por orden de un superior, depositaron las cenizas y los restos en bolsas de plástico para basura y las arrojaron a un río.  

Sólo una de esas bolsas logró ser rescatada cerrada por los investigadores,  que también hallaron algunos restos en el basurero de la localidad de Cocula,  vecina a Iguala, donde presumiblemente cometieron la masacre.

Los cuerpos fueron quemados con combustible y neumáticos a una temperatura  de 1.600 grados centígrados, detalló el fiscal. 

Los padres y compañeros de los jóvenes no creen esta versión de los sicarios y han recalcado al gobierno que sólo aceptarán que sus hijos están muertos cuando tengan pruebas científicas del grupo de peritos argentinos, en  el que confían.

La desaparición de los estudiantes ha enfurecido a la sociedad mexicana con multitudinarias marchas que continúan este lunes con una tensa manifestación  frente al aeropuerto del turístico balneario de Acapulco (Guerrero).