Esta mañana, la fiscalía de Rancagua comenzó con la ronda de declaraciones a las víctimas de la golpiza propinada por un grupo de gendarmes a internos de la Cárcel regional.
Dos internos fueron interrogados por los persecutores y el equipo de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, en tanto que seis de los reos fueron citados por el ministerio público a declarar durante la jornada de mañana jueves, y seis para el próximo viernes.
El fiscal jefe de Rancagua, Luis Toledo, aseguró además que los siete gendarmes suspendidos por la institución, fueron citados a declarar con el fin de determinar su calidad de imputado o testigo, y establecer quiénes fueron los autores o encubridores de la agresión.
"La relevancia es la coordinación para la oportuna toma de declaraciones en la calidad de testigos o imputados", dijo el fiscal, respecto a la medida de Gendarmería.
Toledo reiteró, ante las críticas por la lentitud de la investigación del hecho, ocurrido hace más de un año, que, "podríamos haber tomado otras decisiones de manera más oportuna, pero esto estuvo cruzado por una serie de situaciones que ocurrieron respecto de la petición de antecedentes, lo que no fueron entregados".
Bajo ese punto de vista, dijo el fiscal, "las dificultades propias de esta investigación atentaron contra su mayor celeridad".
Toledo se trasladó esta tarde hasta el Penal de Rancagua con el fin de realizar en terreno algunas diligencias, entre ellas, dijo el persecutor, revisar si existen más imágenes sobre la agresión de los gendarmes, pues, "entiendo que la cárcel está totalmente bajo un sistema de circuito cerrado de televisión".