El médico Conrad Murray, acusado por la muerte del cantante Michael Jackson, intentó cambiar su versión sobre las acciones que realizó cerca de la muerte del astro pop y le dijo a sus expertos una historia diferente a la que le había contado a la policía, dijeron los fiscales en el caso.
Los vicefiscales de distrito David Walgren y Deborah Brazil presentaron una moción para pedirle al juez que rechace las nuevas declaraciones hechas por el acusado.
Dijeron que al parecer Murray hizo estas nuevas declaraciones en una conversación con dos médicos que testificarán a su nombre en el caso.
Las versiones fueron reveladas en cartas de los expertos, el anestesiólogo Paul White y el médico Joseph Haraszti, quien es psiquiatra y director de un hospital.
Los fiscales creen que Murray habló con los expertos tras una audiencia preliminar en enero, que se centró en sus declaraciones a la policía luego de la muerte de Jackson en junio de 2009.
La moción cita a Murray, quien supuestamente dijo a los expertos que salió de la habitación de Jackson para hacer una llamada telefónica, a pesar de que había dicho en un principio que dejó a Jackson para ir al baño.
Los expertos también dijeron que Murray afirmó tener experiencia con el uso del anestésico propofol, que llevó a la muerte de Jackson, aunque en realidad no señaló esto en las entrevistas con la policía.
La moción sostiene también que Murray dijo al comienzo que Jackson ingirió propofol en un jugo de fruta mientras él no lo veía, pero los fiscales sostienen que eso sólo era una especulación.
J. Michael Flanagan, un abogado de Murray, dijo que su cliente no cambió su versión sino que explicó algunos hechos a White.
Murray había olvidado algunos detalles cuando habló con la policía, dijo Flanagan, quien agregó que su cliente había decidido hacer unas llamadas telefónicas después de ir al baño.
Murray se declaró inocente de homicidio involuntario. Un médico forense concluyó que Jackson murió de una sobredosis de propofol y otros sedantes.