La fiscalía de Nápoles comunicó hoy a los abogados de Silvio Berlusconi una serie de fechas en las que el premier debe presentarse para ser interrogado, advirtiéndole que -si no lo hace- podría autorizar el procedimiento de declaración forzosa de un testigo.
Las fechas fijadas son cuatro: el 15, 16, 17 o 18 de septiembre, entre las 8 y las 20 horas, indicaron fuentes judiciales locales. Uno de los abogados de Berlusconi, Michele Cerabona, entregó esta mañana a la fiscalía un documento en el que se reconstruye el modo en que su representado entregó dinero al empresario Gianpaolo Tarantini, que es investigado por chantaje a expensas del premier italiano.
Tarantini, dueño de una fábrica de accesorios médicos en Apulia, sur de Italia, es conocido como una de las personas que invitaba a jóvenes mujeres a las fiestas privadas de Berlusconi: fue él quien le presentó a Patrizia D'Addario, que el año pasado reveló haber mantenido relaciones sexuales con el premier, esperando obtener de este modo un tratamiento favorable en un trámite administrativo.
Según la fiscalía, y en base a las investigaciones llevadas a cabo, Tarantini de hecho chantajeaba a Berlusconi, exigiéndole dinero con la amenaza de efectuar revelaciones embarazosas sobre su vida privada.
Berlusconi, por su parte, niega haber sido víctima de una extorsión, sosteniendo que el dinero que dio a Tarantini era sólo para "ayudar una familia que se encuentra en dificultades".
Originariamente, la fiscalía debía escuchar hoy las declaraciones de Berlusconi -en cuanto testigo interesado en el caso- pero el premier alegó no poder presentarse ante los jueces a causa de un viaje a Bruselas, donde debía encontrar a las máximas autoridades de la Unión Europea.
El jefe de la fiscalía de Nápoles, Giovandomenico Lepore, dijo hoy en una entrevista radial que "el documento defensivo presentado por Berlusconi no alcanza para evitar el encuentro con los magistrados".
Fuentes judiciales puntualizaron que, de ser necesario recurrirán al pedido de declaración forzosa de Berlusconi: primero sería necesario obtener la autorización de la Cámara de Diputados, ya que el premier forma parte de ella.
El acta de convocatoria notificada hoy a Berlusconi -que fue entregada en su ausencia en su residencia de Arcore, en las afueras de Milán- subraya que las declaraciones del premier resultan cruciales también porque se trata de un procedimiento por el que han sido detenidas varias personas.
Tarantini se encuentra actualmente encerrado en la cárcel napolitana de Poggioreale, mientras su esposa, Angela Devenuto -implicada también ella en el caso- fue sometida al arresto domiciliario: la referencia en el acta entregada a Berlusconi permite suponer que en base a sus declaraciones podrían ser tomadas decisiones sobre estas detenciones preventivas.
El premier señaló ayer a la fiscalía que no podía presentarse hoy a declarar pues debía encontrar el presidente de la UE, Herman Van Rompuy; el del Eurparlamento, Jerzy Buzek, y el de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
La polémica acompañó a Berlusconi hasta la capital europea: la co-presidente de la bancada de los Verdes (ecologistas), Rebecca Harms, le reprochó a Buzek lo "inoportuno" que resulta un encuentro con el premier italiano "en el día en el que debía de comparecer ante un tribunal" en su país.
También Van Rompuy y Durao Barroso fueron interrogados acerca de sus encuentros con Berlusconi por la prensa: el primero sostuvo que se trata de "una reunión normal" para informarse sobre el plan de ajuste aprobado por el gobierno italiano, y el segundo sostuvo que se trataba de uno de sus "contactos regulares", fijado "en una de las pocas fechas disponibles" en su agenda de trabajo.