La supuesta emisión de boletas de honorarios falsas por servicios que jamás habrían prestado las cónyuges de los dueños de Penta, Carlos Lavín y Carlos Délano, y del representante legal de una inmobiliaria ligada al grupo, Samuel Irarrázaval, fueron avaluados por la Fiscalía de Alta Complejidad de la Zona Oriente en más de $ 1.000 millones.
El carácter de "falsedad ideológica" asociados a estos documentos, precisó el Ministerio Público a través de un escrito presentado ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, habría permitido "aumentar los sueldos de Carlos Délano Abott, Carlos Lavín García Huidobro y de Samuel Irarrázabal Larraín".
En base a estos antecedentes, los fiscales a cargo de la investigación, Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, solicitaron el levantamiento del secreto bancario de los empresarios indagados, resultados que llegaron a manos de la fiscalía el 9 de enero pasado, es decir, cinco días después de los interrogatorio a Délano y Lavín, quienes también son indagados por supuesto financiamiento irregular de campañas políticas.
Según la investigación del Ministerio Público, María de la Luz Chadwick Hurtado, cónyuge de Carlos Lavín, entre "al menos desde el año 2009 al año 2014" habría facilitado boletas ideológicamente falsas por montos totales de $ 436.388.886. Igual situación habría ocurrido con la esposa de Carlos Délano, Verónica Méndez Ureta, quien habría emitido boletas por montos idénticos durante el mismo período.
En el caso del yerno de Carlos Délano y representante legal de la inmobiliaria Los Estancieros, Samuel Irarrázaval, la fiscalía indaga las boletas emitidas por Carmen Délano Abott, "quién habría facilitado boletas ideológicamente falsas para la empresa Inmobiliaria Duero, (...) propiedad de su hermano Carlos, al menos desde el año 2009 al año 2014 por montos totales superiores a los $ 180 millones".
Los primeros antecedentes que vinculaban a los altos ejecutivos -que serán formalizados por soborno y delitos tributarios el 4 de marzo próximo- surgieron de las declaraciones del ex gerente del grupo, Hugo Bravo; el gerente de contabilidad, Marcos Castro Sanghinetti; la contadora general de Penta, Dora Pérez Ruiz y Juan Carlos Armijo, Tesorero de la firma.
Este último, en su declaración ante la fiscalía, dijo que los pagos a las cónyuges de Carlos Délano y Carlos Lavín se efectuaban de forma mensual "desde cuando yo llegué a Penta y supongo que de antes. Para ello la secretaria respectiva de cada uno de los Carlos emitía una boleta manual. Esa boleta me llegaba a mí materialmente, yo sacaba el visto bueno de Hugo Bravo y confeccionaba el cheque", detalló.
Marcos Castro, imputado en la investigación, dijo que esta fórmula de pagos a través de terceros e, incluso, de forma directa se habría usado con el ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner, quien será formalizado por lavado de dinero y cohecho.
Agregó que "lo mismo ocurría con los cheques que se le entregaban a (el ex martillero Jorge Valdivia). Lo mismo ocurría con los cheques que se extendían a favor de las cónyuges de Carlos Délano y Carlos Lavín, de nombres Verónica Méndez y María de la Luz Chadwick. Estos cheques abiertos se depositaban en las cuentas corrientes de Délano y Lavín", detalló Castro en su declaración ante los fiscales.