La fiscalía general española advirtió el sábado al expresidente independentista catalán Carles Puigdemont que su inmunidad de diputado no impediría su detención si volviera de Bélgica a España para ser investido al frente del nuevo ejecutivo de su región.
Simultáneamente, el presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, aseguró que dirigir Cataluña desde Bruselas sería "ilegal", y ello justificaría mantener a esa región bajo la tutela de Madrid.
Puigdemont se instaló a fines de octubre en Bélgica, justo antes de ser requerido por la justicia española por "sedición", "rebelión" y "desvío de fondos", tras la proclamación en Barcelona de una "República catalana" que quedó sin efecto.
Fue reelegido diputado regional en las elecciones catalanas del pasado 21 de diciembre, y es actualmente el único candidato a la presidencia del gobierno de su región.
"Inmunidad" no significa "impunidad": tal es el mensaje que le envió la fiscalía general, mediante un comunicado.
"La garantía de la inmunidad no significa que no se pueda ordenar el ingreso en prisión por orden judicial", escribió la fiscalía.
Ésta considera que "la actuación del investigado Carles Puigdemont, dándose a la fuga y manteniendo las actuaciones que culminaron con la declaración de independencia, pone de manifiesto que el mismo persiste en su plan delictivo".
La fiscalía recuerda que otros independentistas que también benefician de la inmunidad parlamentaria están actualmente en prisión.
"El Tribunal Supremo ya acordó por estos mismos hechos, teniendo en cuenta su extrema gravedad, la imputación y el ingreso en prisión incondicional de personas que ostentan la condición de diputados", afirma la fiscalía.
"Es inadmisible una interpretación del privilegio de la inmunidad parlamentaria que derive en impunidad", agrega.
El 5 de enero, el Tribunal Supremo decidió mantener en prisión al exvicepresidente independentista catalán Oriol Junqueras, que también acababa de ser reelegido diputado regional.