La Fiscalía local de Chillán abrió una investigación para determinar responsabilidades en la emergencia química que provocó una encomienda proveniente desde Santiago con destino a la ciudad de Los Ángeles, en cuyo interior fue hallada una botella con ácido.
El corrosivo fue derramado en la oficina postal de tránsito en Chillán, afectando al operador de planta Carlos Opazo Marchant, quien resultó con una herida leve en una de sus manos tras manipular la caja.
El hecho fue advertido a las 5 de la madrugada del domingo y activó la alarma sanitaria, obligando a Bomberos de Los Ángeles a realizar un procedimiento preventivo consistente en abrir todos los paquetes que iban junto a la encomienda vulnerada, para posteriormente enviarlas a la
autoridad sanitaria local, quien quedó a cargo de la investigación.
La gerente zonal de Correos de Chile, Marta Dechent, indicó que el responsable está absolutamente identificado. Se trata de una persona que llegó hasta una sucursal de la capital donde identificó el contenido de aproximadamente cinco kilos como una botella de licor.
"En el formulario hay una declaración que el cliente la firma donde dice que el envío no tiene mercancías peligrosas ni prohibidas, además dice que conoce la normativa de transporte y las acciones asociadas si se vulnera esto. Aquí hay una vulneración, un factor de sorpresa para Correos de Chile", aseguró Dechent. Debido a ello, dijo, evalúan la presentación de querellas.
Para las 10 horas de este martes, en tanto, los representantes de la empresa quedaron citados para declarar ante la fiscalía sanitaria donde deberán entregar los detalles del sumario interno desarrollado durante este lunes.
El envío se mantiene en resguardo en un lugar de seguridad donde será sometido a los peritajes de rigor.