Hoy se cumplieron dos semanas desde que el general director de Carabineros, Bruno Villalobos, anunciara la desvinculación de nueve oficiales por su presunto vínculo con uno de los mayores fraudes del último tiempo al interior de las filas de la policía uniformada.

Desde esa fecha, en que se conoció que un grupo de efectivos desviaba fondos desde una de las cuentas bancarias de la institución a cuentas personales de subalternos, la investigación-tanto interna como la de la fiscalía- ha avanzado en aclarar los hechos. El fin de semana ocurrió uno de los principales hitos: la formalización del general (r) y ex director de Finanzas Flavio Echeverría.

Hasta el momento, según datos de la fiscalía, son $ 10 mil millones los defraudados por los imputados. Sin embargo, el Ministerio Público estima que esta suma aumentará, al igual que la cantidad de personas formalizadas.

"Hay otras cuentas que se van a investigar también, en consecuencia, este monto va a aumentar, como también van a aumentar las personas que se les va a reclamar responsabilidad penal", dijo el fiscal nacional, Jorge Abbott, quien agregó que el número de personas detenidas podría llegar a 40.

El domingo fueron formalizados nueve ex uniformados, de los cuales ocho quedaron en prisión preventiva.

Actualmente, el fiscal del caso, Eugenio Campos, ha revisado el 70% de la cuenta "madre" donde se habría originado el fraude. No obstante, se examinarán nuevos fondos monetarios de Carabineros, lo que haría incrementar el monto de lo defraudado.

El fiscal nacional también se refirió a la situación del general (r) Echeverría, quien, según dijo el general Bruno Villalobos el 6 de marzo, había sido removido por una "responsabilidad de mando". Abbott coincidió con el fiscal Campos en que el alto oficial podría ser uno de los líderes del fraude.

"Es difícil entender que un general pudiera pertenecer a una organización teniendo un rol inferior a personas con grados menores inferiores. Es presumible que él pueda tener una responsabilidad mayor que el resto", afirmó el jefe del Ministerio Público.

Formalización

Hasta el Centro de Justicia de Santiago llegó hoy el décimo carabinero con orden de detención. Se trató del capitán (r) Carlos Rojas, quien el sábado no estaba en la capital, por lo tanto, no pudo ser formalizado el domingo.

Hoy fue su turno y, según explicó el fiscal Campos en la audiencia, Rojas era un "miembro de la organización criminal. Recibió en su cuenta corriente al menos $ 77 millones como exceso de sueldo desde la cuenta institucional de Carabineros por concepto de remuneraciones".

Además, el persecutor vinculó a Rojas con el coronel (r) Jaime Paz, quien era el que le daba las instrucciones para efectuar los pagos ilícitos. "El señor Paz Meneses y el señor Rojas firmaban cheques por alrededor de $ 980 millones". Según Campos, ambos mantenían una cuenta bipersonal.

De acuerdo con los antecedentes de la fiscalía, Rojas fue captado por una cámara de video de un estacionamiento retirando $ 50 millones desde un automóvil por orden de Jaime Paz.

El Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago decretó el arresto domiciliario total para Rojas, aunque la solicitud de la fiscalía fue la prisión preventiva. Esto, pues consideró que no se existían los antecedentes necesarios para acreditar la asociación ilícita y lavado de activos, pero sí la malversación.

En tanto, el abogado defensor de Rojas, Gonzalo Alvarado, indicó que "la participación de mi representado fue acotada a un hecho especifico: el haber recibido dinero de forma indebida, pero que no le cabía participación ni en la asociación ilícita ni en lavado de activos". En tanto, la fiscalía analizará si apelará a la resolución judicial.