La Fiscalía General de Teherán abrirá un proceso en contra del clérigo reformista, y ex candidato presidencial, Mehdi Karrubí por denunciar que algunas personas detenidas tras las elecciones presidenciales de junio, fueron violados en prisión, según informa la agencia estatal de noticias IRNA.

Según el titular de la Fiscalía, Abas Yafari Dolatabadi, el ente recibió un informe redactado por el comité especial del parlamento, que indagó la denuncia, y ya llamó a declarar a varios testigos. Dolatabadi precisó que en caso de que fuera necesario abrir diligencias contra Karrubí, éstas las iniciaría el tribunal especial clerical, cuya actuación no es pública.

"Karrubí es un clérigo y por ello sus declaraciones deben ser estudiadas por el tribunal especial eclesiástico", explicó el fiscal. "Pero nosotros hemos recibido el informe del panel judicial especial y ya lo estamos investigando. Algunas personas serán convocadas a este respecto. En cuanto tengamos más información la haremos pública", agregó.

Al parecer, aún no se ha presentado cargo alguno, aunque las diligencias dejan la puerta abierta a que se inicie un proceso contra uno de los candidatos que han denunciado un fraude electoral masivo en favor del presidente, Mahmud Ahmadinejad, durante los comicios del pasado 12 de junio.

COMITE ESPECIAL
El panel especial, integrado por tres personas y establecido el pasado septiembre por el nuevo jefe del Poder Judicial, Sadeq Lariyani, concluyó semanas atrás que la denuncia de Karrubí "carecía de fundamento".

En su opinión, las palabras del clérigo no estaban sostenidas por pruebas al igual que tampoco lo estaban los documentos.

Por ello, recomendaba enviar el informe a la fiscalía para que determinara si podría constituir delito y pudiera emprender acciones legales contra los culpables.

El clérigo incluso se reunió con los miembros de la Comisión especial formada por el Parlamento para investigar los disturbios postelectorales, a los que supuestamente presentó un pliego de pruebas.

Desde entonces, diversos responsables políticos, militares y religiosos del ala ultraconservadora instaron a que se actúe contra Karrubí por amenazar la seguridad nacional.

La Policía iraní niega que se cometieran violaciones, aunque reconoció irregularidades en el penal de Kahrizak, el cual fue cerrado por orden directa del líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jamenei.