Una nueva línea de investigación desarrolla la Fiscalía de Arica tras las últimas evidencias recabadas en el caso de los dos carabineros asesinados a balazos el jueves, en el sector de Tacora, comuna de General Lagos, a 15 kilómetros de la frontera con Perú.
Las pistas apuntan a que uno de los policías fallecidos, el sargento Germán Cid, alcanzó a disparar su arma de servicio, por lo que al menos uno de los autores del crimen habría resultado herido. En el caso de su compañero, el cabo Víctor Godoy, se determinó que su arma se habría trabado al disparar. Hasta el momento, la policía ha encontrado ocho casquillos de bala en el lugar.
Así, se ha rastreado la zona en busca de restos orgánicos o ropa manchada con sangre que permita identificar a los responsables. También se consultó en las postas rurales de la región, para verificar si a alguna llegó un herido por arma de fuego.
"Al menos uno de los carabineros hizo uso de su arma de fuego. Eso nos da indicios de que uno de los autores esté herido. Como la frontera peruana está a escasos kilómetros, es posible que hayan huido en esa dirección", explicó el fiscal de Putre, Mario Carrera.
En paralelo, Carabineros investiga de forma administrativa por qué los uniformados no utilizaban sus chalecos antibalas.
El alcalde de General Lagos, Gregorio Mendoza, dijo que recibió denuncias de una banda de cazadores furtivos en días previos a la muerte de los funcionarios. El edil, incluso, concurrió el martes pasado con el sargento Cid a un patrullaje, debido a los reclamos de los ganaderos del sector. "La gente ha denunciado en varias ocasiones el hecho y aseguran que hace tiempo no viven con tranquilidad", dijo.
Uno de esos afectados es la pastora Regina Chura, quien dejó su casa en Chislluma por temor a los cazadores. "Han saqueado mi casa y han robado mi ganado, por eso decidí irme", contó.
Ayer, de manera simultánea, en Los Angeles y Concepción, familiares, amigos y autoridades dieron el último adiós a las víctimas. Mientras, a la capital de la provincia del Biobío llegaron cerca de mil personas al funeral del cabo Godoy; en Concepción, en tanto, unas 500 personas repletaron la Catedral para despedir al sargento Cid, entre ellos, el general director de Carabineros, Gustavo González, y el intendente Rodrigo Díaz. "Es penoso para todos nosotros, un dolor amargo que es difícil de comprender y entender, pero lamentablemente hay que resignarse", dijo Alejandro Cid, hermano del sargento fallecido.