La Fiscalía llevará a juicio a contar de mañana a cuatro gendarmes y a una civil, acusados de tráfico de drogas, asociación ilícita para el narcotráfico y tenencia ilegal de armas prohibidas.
La audiencia se verificará en el tribunal de juicio oral de Quillota, donde el fiscal Víctor Avila perseguirá que se impongan penas de hasta 20 años contra los ex funcionarios penitenciarios.
De acuerdo con los hechos investigados, la Fiscalía junto al Departamento de Seguridad de Gendarmería de Chile y la Brigada Antinarcóticos de la PDI tomó conocimiento, por medio de escuchas autorizadas por la justicia, de que al interior de penales se estaban cometiendo delitos de esa naturaleza.
Conforme a los antecedentes del caso, internos imputados y en prisión preventiva, así como también personas condenadas, efectuaban solicitudes de ingreso de aparatos telefónicos, drogas y otras especies prohibidas al interior de las cárceles, para lo cual contactaban directamente o por medio de familiares a ciertos y determinados gendarmes.
De acuerdo con la acusación fiscal, los funcionarios carcelarios eran encabezados por uno de ellos y actuaban organizadamente y procurándose protección mutua. De esa manera, lograron adquirir, acopiar, transportar, comercializar, distribuir y hasta repartirse las utilidades del negocio ilícito.
Los acusados, por cierto, contaban con la ayuda de al menos un interno condenado que gozaba de beneficios penitenciarios, quien entre otras cosas obtenía proveedores, así como con la asistencia de personas del medio libre.
La investigación permitió allanar en 2011 varios domicilios del gendarme líder de la organización y encontrar en su poder, en Valparaíso, casi cinco kilos de marihuana, 20 gramos de cocaína, semillas de cannabis sativa, una escopeta recortada, más otras armas y más de seis millones de dinero en efectivo.