Los funcionarios de la 21 Comisaría de Estación Central tenían un turno tranquilo la noche del sábado pasado. Todo iba bien, hasta que fueron alertados de que un objeto había sido dejado en la parte posterior del cuartel, ubicado en Avenida Ecuador, y que desde él salía humo.

Pero la sorpresa fue mayor cuando llegaron al lugar y se encontraron con que la humareda provenía de un bulto ubicado al interior de un carro de supermercado.

La información había sido manejada en extrema reserva por la policía uniformada, sin embargo, hoy el general inspector de Carabineros, Alfredo Lagos, confirmó el frustrado ataque.

"El sábado en la madrugada tuvimos una alarma", dijo el oficial, quien agregó que de inmediato se solicitó que concurrieran los especialistas del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) y se aisló el lugar para realizar el procedimiento, que comenzó a las cinco de la madrugada y se extendió hasta las siete. "En este momento están haciendo un peritaje para saber si era o no efectivo (que era una bomba), porque se encontró material tipo pólvora negra en el interior", dijo el integrante del alto mando de la policía uniformada.

No obstante, trascendió que el artefacto explosivo, que no detonó porque falló la mecha, estaba compuesto por seis kilos de pólvora negra.

Si bien en el lugar no se encontraron panfletos y tampoco ha habido ninguna adjudicación, el general Lagos reconoció que el incidente generó preocupación en la institución. "En ese momento resguardamos la seguridad de nuestros cuarteles", comentó el general, antes de añadir que hay inmuebles grandes, donde hay armamento y pernoctan muchas personas, pero también otros muy pequeños, "entonces, ahí hay que diferenciar los servicios y resguardar la seguridad de todos los integrantes de la institución".

Desde la Fiscalía Metropolitana Sur confirmaron que el equipo especial que indaga todos los atentados explosivos que ocurren en Santiago está investigando el fallido ataque, pero declinaron entregar mayor información.