Cerca de 400 jardines infantiles no cumplen con las garantías mínimas que pueden asegurar el correcto funcionamiento del establecimiento y se encuentran en el nivel insuficiente. Así lo reveló la primera encuesta realizada por la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) a recintos privados, dada a conocer ayer, con el fin de orientar a los padres a elegir el lugar más seguro para enviar a sus hijos.
La región que concentra los mayores recintos con niveles insuficientes de desempeño es la Metropolitana con 228 jardines, seguida de Valparaíso con 56 establecimientos y Biobío con 32. En total, los establecimientos agrupan a más de 7.500 menores.
En tanto, Maipú, Puente Alto, Quilicura y La Florida son las comunas con mayores jardines insuficientes. 82 en total.
Coincidencia es que todos los recintos insuficientes no cuentan con el empadronamiento de la entidad, al 31 de diciembre del 2012. La vicepresidenta ejecutiva de la Junji, María Francisca Correa calificó la situación como "grave" y llamó a los apoderados a exigir la certificación.
"Hago un llamado a los padres a que se acerquen a los sostenedores y pidan el empadronamiento de nosotros, para así velar por la seguridad y educación de calidad de nuestros niños", explicó Correo.
Entre las deficiencias, explicó Correa, es que no cuentan con estrategias de producción, prevención y protocolos de acción de buen trato, es decir "no están preparado para desarrollar y mantener las interacciones con los niños".
Tampoco, agregó la vicepresidenta de la entidad, "tienen políticas que integren a la familia al jardín y es importante que no deleguemos en los establecimientos la educación de los niños, los recintos deben apoyar a los padres, sino hay un vacío en el corazón que es la educación parvularia ".
Respecto a las sanciones, si bien la Junji no tiene facultades sancionatorias, afirmó Correa, con el proyecto de ley que establece que deberán tener autorización del Ministerio de Educación para funcionar y serán fiscalizados por la Superintendencia de Educación Escolar, actualmente la entidad deriva los antecedentes que considera irregulares a los organismos que pueden caducar su funcionamiento.
La Junji fiscalizó a un total de 1.784 jardines infantiles privados y evaluó infraestructura, seguridad, formación del personal, material de aprendizaje, participación de los padres y el proyecto educativo del recinto. También consideró -dentro del ítem de buen trato- la prevención de posibles maltratos y abusos.
Para este año se espera realizar 9.000 fiscalizaciones, mil más que el año pasado. Las inspecciones se realizan de forma regular y si hay denuncias, se activa una visita de urgencia para evaluar la situación.