El segundo funcionario más importante de la Reserva Federal de Estados Unidos se sumó al debate sobre qué políticas debería aplicar el gobierno de Donald Trump cuando asuma, al señalar que el gasto y otros esfuerzos para alentar la productividad podrían ayudar a reducir la carga de la Fed como soporte de la economía.
"Ciertas políticas fiscales, particularmente aquellas que aumentan la productividad, pueden incrementar el potencial de la economía y ayudar a enfrentar algunos de nuestros desafíos económicos a más largo plazo", dijo el vicepresidente del banco central estadounidense, Stanley Fischer.
"Cierta combinación de mejora en infraestructura pública, mejor educación, más incentivo a la inversión privada y regulación más eficaz posiblemente tiene un rol en la promoción de un crecimiento más rápido de la productividad y los estándares de vida", dijo Fischer.
Las declaraciones del vicepresidente de la Fed llegan casi dos semanas después del sorpresivo resultado de las votaciones en las que el republicano Trump se consagró presidente electo de Estados Unidos con una plataforma de campaña que apunta como pilares al gasto en infraestructura, recortes impositivos y renegociación o culminación de acuerdos de comercio exterior.
La economía estadounidense se encuentra, ocho años después de la peor recesión, cerca de cumplir las metas de empleo e inflación del banco central, y desempeñándose razonablemente bien, dijo Fischer ante el Consejo sobre Relaciones Internacionales.
En comentarios preparados, el funcionario no se explayó sobre las regulaciones o inversiones privadas a las que hizo referencia, pero dijo que los ajustes fiscales podrían respaldar años de política monetaria expansiva.