Roberto Guzmán Osses, intentaba huir de la policía por no pagar una multa en el tribunal, pero terminó con una herida a bala que lo dejó parapléjico.
El hecho ocurrió el 10 de julio de 2001, cuando carabineros de la Subcomisaría San Gerónimo, llegó hasta el domicilio de Guzmán, ubicado en la villa Nocedal, comuna de Puente Alto, con la finalidad de dar cumplimiento a una orden de arresto emanada del Primer Juzgado del Crimen.
Al percatarse de la presencia policial, el hombre intentó darse a la fuga por el patio trasero de la vivienda, siendo seguido por uno de los uniformados, quien le disparó y lo dejó sin movilidad en sus piernas.
Ante ello, la Corte de Apelaciones de Santiago condenó al Fisco a pagar 50 millones de pesos a Guzmán, "teniendo en consideración para ello, la edad de la víctima a la fecha en que aconteció el hecho ilícito -treinta años-, la innecesaria, irracional y violenta ocurrencia del suceso y la envergadura y trascendencia de las lesiones físicas sufridas por el actor en el desarrollo de su vida cotidiana futura".
Según el fallo judicial, el funcionario de carabineros, efectuó el disparo "sin motivo racional y excediéndose en el uso de su arma de servicio".
Producto del impacto, el hombre resultó con una lesión raquimedular dorsal, con salida de proyectil que le dejó como secuelas definitivas la parálisis de las extremidades inferiores.