La agencia clasificadora de riesgo Fitch Ratings mantuvo este martes la nota para la deuda de Chile, pero modificó la perspectiva a negativa debido al impacto en el balance soberano de la desaceleración económica.
"La respuesta de la política económica ha contribuido a proteger a la economía y mantener la credibilidad, pero no ha evitado un sustancial aumento de la carga de deuda pública desde los bajos niveles que apoyaron en 2011 el alza a 'A+'", dijo la agencia.
Fitch mantuvo la calificación de largo plazo en moneda extranjera en "A+".
En su informe estimó que el déficit fiscal se ampliará a 3% del PIB en 2016 y a 3,3% en 2017, desde el 2,2% registrado en 2015.
La agencia advirtió que la situación fiscal se ha deteriorado gradualmente en un contexto económico débil y que las regalías e impuestos sobre el cobre se proyectan que caerán cerca de cero en 2016, desde 2% del PIB en 2011.
Fitch proyectó que la deuda del gobierno alcanzará a 21,4% del PIB a fines de 2016, el doble de la que se registraba en 2011, cuando Chile fue ascendido a 'A +'.
En cuanto al crecimiento económico estimó que el PIB anotará una expansión de 1,6% este año y de 1,9% en 2017, lo que se compara con la expansión de 2,3% anotada en 2015.
La agencia señaló que mientras la producción minera ha disminuido por las menores leyes del mineral, huelgas, y una caída en los precios, la actividades no mineras también han descendido reflejando una baja en la confianza que ha frenado la inversión, así como la debilidad del comercio regional.
En su informe, Fitch sostiene que las reformas estructurales han tenido como objetivo tratar los cuellos de botella en el desarrollo de capital humano y la equidad social. Sin embargo, advierte que "las empresas han reaccionado negativamente ya que las implicaciones a corto plazo para la rentabilidad (debido a mayores impuestos y nuevas leyes laborales) han eclipsado los beneficios potenciales de largo plazo".