La agencia internacional de calificación de riesgos Fitch aseguró hoy que el único camino para garantizar la solvencia de Grecia es una nueva quita de la deuda griega, esta vez de la que poseen las instituciones oficiales.
"Creemos que sólo una combinación de mayores bajadas de los tipos de interés en los créditos de la Eurozona, de una renuncia del Banco Central Europeo a los beneficios de los bonos del Estado griego que posee y de la transferencia del coste del apoyo a la banca al Mecanismo de Estabilidad Europeo pueden asegurar la sostenibilidad de la deuda pública", afirmó la agencia londinense.
En su comunicado, Fitch insiste en la necesidad de que el BCE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los países de la Unión Europea (UE), que poseen un 70 % de la deuda griega, acepten pérdidas en sus créditos a Grecia y en los bonos griegos que poseen.
De otra manera, no se prevé que la relación entre la deuda helena y el producto interior bruto (PIB) descienda por debajo del 150 % antes de 2020.
Con todo, la agencia reconoce que el BCE no acepta nuevas reestructuraciones, por lo que mantiene la calificación de la deuda griega en la nota CCC, una nota que "refleja la posibilidad real de una suspensión de pagos".
Según Fitch, la aprobación parlamentaria de las nuevas medidas de austeridad el pasado miércoles ha "reducido" el riesgo de una salida de Grecia del euro, al acercar al país mediterráneo a los objetivos fiscales marcados por Bruselas.
Pero se mantienen las dificultades para implementar estas medidas y el riesgo de inestabilidad social y política en el país mediterráneo, alerta la agencia.
"Dudamos de la capacidad de recuperación de la economía griega de cara a dos años más de austeridad frontal, tal y como prevé el programa de la UE-FMI", añade.