La agencia de calificación financiera Fitch  anunció este viernes que mantendrá la nota soberana de España si el gobierno  pide un rescate global de su economía, una ilustración de la presión que sufre  el país para que elija esta opción.

España, a la que la zona euro ya prometió en junio una ayuda de hasta  100.000 millones de euros para sus bancos, debilitados por el estallido de la  burbuja inmobiliaria, podría verse obligada en otoño (boreal) a pedir un  rescate más amplio para su economía, a través de una acción del Banco Central  Europeo (BCE).

"Una solicitud del gobierno español para una ayuda financiera suplementaria  ante el Fondo de Estabilidad Financiera (FESF), bajo forma de compra de deuda  soberana española en el mercado primario o secundario, no repercutirá  negativamente en la nota por parte de Fitch", dijo la agencia, dos días después  de un anuncio similar hecho por Standard & Poor's.

Tal apoyo del FESF y del MES, "sobre todo si va acompañado por compras en  el mercado secundario por el BCE, reduciría significativamente el riesgo de una  crisis de liquidez y ayudaría al gobierno español a tener acceso a la  financiación en el mercado y a disminuir la presión sobre su nota soberana",  destacó Fitch.

El miércoles, la agencia Standard & Poor's también dijo que si España pedía  un rescate global de su economía ante la Unión europea o ante el FMI, no  causaría un impacto directo sobre su nota soberana (BBB+).

La presión sigue subiendo para que el país solicite un rescate financiero  más amplio: el banco Goldman Sachs consideró el miércoles que la cuarta  economía de la zona euro debería presentar su solicitud a mediados de  septiembre, a la espera de conocer el apoyo que le propone el BCE.

El BCE celebrará su reunión mensual de gobernadores el 6 de septiembre,  mientras que el 14 de septiembre en Chipre tendrá lugar una reunión informal  del Eurogrupo (reunión de ministros de Economía de la zona euro), una ocasión  probable para que España formule su petición de rescate.

El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, dijo a inicios de agosto que  quería "estudiar" las nuevas medidas previstas por el BCE antes de decidir si  hará la petición.

Hasta entonces recibirá el jueves próximo al presidente francés, François  Hollande, y el 6 se septiembre a la canciller alemana Angela Merkel.

Según analistas, el país debería de todas maneras decidirse antes del mes  de octubre, ya que tiene importantes vencimientos de deuda (más de 30.000  millones de euros) en esa fecha, considerada como límite antes de una posible  impago.

Para Fitch, un apoyo (financiero) del exterior "dejaría respirar a España  para implementar sus ambiciosas reformas fiscales y económicas".

Asimismo, la "credibilidad del esfuerzo de saneamiento presupuestario y del  programa de reformas estructurales de España también se vería mejorada por las  condiciones que implican esta ayuda", que deberían ser muy estrictas.

Pero si esta ayuda no es suficiente para asegurar a los inversores privados  "Fitch se plantearía rebajar la nota soberana de España", una situación que la  agencia de calificación financiera considera sin embargo "improbable", ya que  juzga suficientes los esfuerzos del país para "mantener un acceso al mercado".