La agencia de calificación de riesgos Fitch rebajó hoy la deuda soberana de Hungría un escalón, hasta BBB- con perspectiva negativa, por "la falta de una política fiscal coherente" y un previsible empeoramiento presupuestario a medio plazo.

"La rebaja de la calificación de Hungría refleja el empeoramiento de la posición presupuestaria a medio plazo, mientras que los niveles relativamente altos de deuda pública bancaria, interna y externa en moneda extranjera, deja al país muy vulnerable a "shocks" negativos", explicó Ed Parker, analista de Fitch.

La agencia afirma que la política fiscal que plantea el gobierno conservador "va en la dirección equivocadas" para una consolidación fiscal mayor.

"La falta de una política fiscal coherente a medio plazo socava la confianza en la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo", criticó Fitch.

Hungría planea cerrar el 2010 con un déficit del 3,8% del PIB, desde el 9,4% que alcanzó en 2006. Para el año que viene el Gobierno pretende rebajar los numeros rojos en las cuentas públicas hasta el 2,9%.

Fitch cuestiona además como demasiado optimistas las cifras de crecimiento previstas por el Gobierno húngaro en 2013, cuando prevén un crecimiento del 5%.

El Ejecutivo del primer ministro Victor Orban está imponiendo impuestos especiales a la banca, el sector de la energía, telecomunicaciones y a la venta minorista para reducir el endeudamiento por debajo del 3%, exigido por la Unión Europea (UE).

La rebaja en la calificación se produce después de que se hayan dado a conocer los presupuestos para 2011, que prevé un crecimiento del 3% y una inflación del 3,5%.