La agencia de calificación Fitch, ha puesto en situación de bancarrota al Banco Popular (Laiki Bank) y de quiebra limitada al Banco de Chipre, además de mantener la perspectiva negativa para la tercera entidad chipriota, el Banco Heleno (Hellenic Bank).
Tras el acuerdo del Eurogrupo con el gobierno chipriota para una amplia reestructuración bancaria, a cambio de un rescate de 10.000 millones euros, Fitch ha degradado el Banco Popular a la categoría más baja, "D" ("default", bancarrota), y a la categoría RD ("restricted default", bancarrota limitada) al Banco de Chipre.
En su comunicado, la agencia de calificación explica que la diferencia en la evaluación de los dos bancos consiste en que el Banco de Chipre seguirá funcionando, mientras que el Banco Popular será dividido en un banco "bueno" y uno "malo".
Además, Fitch mantiene la calificación del Banco Heleno en "B" con perspectiva negativa, pues en esta entidad no habrá recortes en los depósitos no garantizados y seguirá recibiendo liquidez.
En relación con el Banco de Chipre, Fitch espera que los titulares de depósitos superiores a los 100.000 euros sufrirán pérdidas importantes.
Por otro lado, Fitch espera que el Banco Heleno se deshaga de una serie de préstamos dudosos, gracias a la venta de su filial en Grecia, lo que contribuirá a estabilizar su situación.