LA TENDENCIA
Motivados por el caracter fugaz y sorpresivo de las -casi siempre- molestas ventanas publicitarias que emergen automáticamente en algunas páginas web, a las cabezas pensantes del mundo del marketing se les ocurrió traspasar la experiencia flash de los llamados pop-up, al mundo del consumo. Un suceso pop up es, en esencia, una puesta en escena donde manda el factor sorpresa y su objetivo último es infundir en la gente la sensación de que si no engancha en el minuto con lo que le están ofreciendo, entonces será muy tarde. Ahora o nunca, es el mensaje oculto.

Desde que la teoría de los marketeros empezó tímidamente a cuajar en el mundo real a comienzos de 2000, en Estados Unidos y Europa surgieron tiendas, hoteles y eventos diseñados para crear emociones e impactar a los asistentes, porque en el mundo pop-up, todo debe retenerse como un momento exclusivo y pasajero. Por eso, una tienda pop-up nunca abre sus puertas más de un año, y un evento inspirado en esta tendencia, como un lanzamiento, por ejemplo, jamás ocurrirá en un lugar convencional, sino en instalaciones temporales que irrumpen por el día o un par de semanas en espacios neurálgicos de la ciudad.

TIENDAS QUE APARECEN (Y DESAPARECEN)
Para vender saldos de temporadas anteriores a precios irrepetibles, o, por el contrario, diferenciarse de la competencia bajo el rótulo de exclusividad, las tiendas de ropa son las que más han utilizado el concepto pop-up.

-Vacant: esta cosmopolita tienda de zapatillas que sólo vende exclusivos modelos de Adidas, Nike, Puma y otras marcas fetiches del estilo callejero, fue pionera en la tendencia. Su fórmula: no tienen un lugar físico fijo, sino que todos los meses cambian de lugar, generando expectativas sobre el próximo destino que puede ser una ciudad tan cosmopolita como Nueva York, Londres o Tokio.

-Commes de Garçons: en 2004 esta marca francesa creó las Guerrillas Store. La primera fue una tienda montada en las instalaciones de una ex carnicería del este de Berlín, donde no había espacio para arquitectura chic. La decoración estaba dada por el lugar, con sus ganchos metálicos y mandiles blancos. El stock estaba compuesto por las prendas más cool de su colección. Y tenía un plazo: sólo se mantuvo abierta por un año.