Estados Unidos ya comienza a prepararse para la pronta llegada del "extremadamente peligroso" huracán Matthew, que hasta el momento lleva más de cien víctimas fatales tras su paso por el Caribe. Se espera que el dañino ciclón arrase con la costa sur del país del norte y tenga un "impacto desastroso".

Por este motivo, las autoridades llamaron a evacuar a más de dos millones de personas, en el hecho de este tipo y obligatorio más importante desde el paso del huracán Sandy en 2012.

Esta mañana, autoridades meteorológicas aumentaron la categoría del ciclón a 4 e informaron que mantiene vientos máximos sostenidos de hasta 220 kilómetros por hora. La velocidad de traslación es de 22 kilómetros por hora y se espera que mantenga esa trayectoria.

Matthew es un huracán de categoría 4 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, de un máximo de 5, y "podría registrarse un cierto fortalecimiento adicional", aunque los expertos vaticinan que se mantendrá como huracán de categoría 4 mientras se aproxima a la costa floridana.

Matthew recobró hoy fuerza de categoría 4 su paso por Bahamas, mientras las bandas de lluvia de los bordes exteriores han comenzado ya a llegar al sureste de la península floridana.

Por otra parte, el gobernador de Florida, Rick Scott, advirtió esta mañana en una rueda de prensa de que "millones de floridanos se quedarán sin luz eléctrica" tras el embate de este temible huracán, mientras que el Presidente Barack Obama firmó esta mañana una declaración de emergencia para ese estado, lo cual permitirá destinar ayuda federal a los esfuerzos estatales y locales para hacer frente a las condiciones de emergencia.

Scott alertó ayer de que un impacto directo de Matthew en Florida podría causar una destrucción masiva como no se ha visto en el estado desde el paso del huracán Andrew en 1992, y solicitó una declaración de emergencia para la región por parte del presidente, Barack Obama.

Los expertos advirtieron también de la peligrosa "combinación de marejada ciclónica y grandes olas destructivas que pudieran aumentar el nivel del agua del mar" y causar inundaciones en las zonas costeras.

"Habrá un potencial de inundaciones que pudieran amenazar la vida de las personas durante las próximas 36 horas a lo largo de la costa este de Florida, desde Deerfield Beach hasta Altamaha Sound", alertó el CNH.