En el fútbol brasileño existe conmoción por el descenso de dos equipos considerados "grandes" en el país de la Samba: Vasco da Gama y Fluminense. Una historia trágica para ambos clubes que, en el caso del "flu", se hace aún más dramática pues se trataba del equipo que debía defender este año el título del Brasileirao 2012.

En todo caso, lo acontecido con Fluminense no es nuevo en Sudamérica. Esto porque en 2000, Liga Deportiva Universitaria de Quito descendió un año después de consagrarse -con Manuel Pellegrini en la banca- campeones del balompié ecuatoriano. Al momento de la pérdida de la categoría, el técnico era Fernando Díaz, quien llegó a mitad de temporada reemplazando a Edgar Ospina.

También en Ecuador, Emelec en 1980 descendió después de ser campeón en 1979, la misma temporada en que El Nacional bajó tras haber sido campeón en 1978.

Más atrás, Universitario de La Paz cayó a la B en 1970, un año después de haber dado la vuelta olímpica en el fútbol grande del balompié boliviano.

Y el fútbol chileno no se salvó de esta maldición: en 1955, Universidad Católica cayó a la segunda categoría apenas un año después de titularse campeones en 1954.

El descenso de los "Cruzados" se consumó tras finalizar 14º, el último puesto, del campeonato que ganó Palestino.