El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a las economías de América Latina y el Caribe a aprovechar las condiciones externas aún favorables para sentar las bases de un crecimiento sostenido reforzando los márgenes de maniobra de política económica.

En relación a Chile, el organismo mantuvo las perspectivas de crecimiento en 4,9% para 2013 y 4,6% en 2014.

En la última edición de su informe Perspectivas económicas: Las Américas, el Fondo señaló que el crecimiento de América Latina y el Caribe repuntará de 3% en 2012 a alrededor de 3,5% en 2013, respaldado por una demanda externa más fuerte y por los efectos de las políticas económicas más laxas aplicadas anteriormente en algunos de los principales países de la región.

De cara al futuro, este repunte del crecimiento, que según las previsiones alcanzará aproximadamente 4% en 2014, estará respaldado por una combinación de condiciones de financiamiento relativamente favorables y una fuerte demanda de materias primas.

Sin embargo, el informe también señala que el panorama no está totalmente despejado y se reitera que existe el riesgo de que en algún momento cambie la dirección de estos vientos a favor. Concretamente, los riesgos a mediano plazo giran en torno al endurecimiento de las condiciones de financiamiento mundiales y la posibilidad de una fuerte desaceleración en los países emergentes de Asia, lo que tendría grandes repercusiones en los precios de las materias primas.

Además, se ha incrementado el riesgo de un deterioro de los balances externos y financieros, según se indica en este informe del FMI.

"Nuestras recomendaciones no han cambiado mucho con respecto a las del año pasado", señaló Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, durante la presentación del informe en Montevideo el día de hoy.

"Las condiciones siguen siendo muy favorables, pero no durarán para siempre. Observamos una moderación de los precios de las materias primas que podría intensificarse, y las tasas de interés a la larga aumentarán a medida que mejore la situación en las economías avanzadas. El desafío para muchos países de la región es aprovechar estas condiciones para recomponer los márgenes de maniobra y sentar las bases de un crecimiento más vigoroso e inclusivo", afirmó Werner.

DIFERENTES PRIORIDADES


Para las economías de la región financieramente integradas (Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay), se proyecta crecerán a una tasa de 4,3% en 2013, las prioridades de política económica deberían consistir en fortalecer las finanzas públicas y proteger la estabilidad del sector financiero. En estos países, es importante calibrar las políticas macroeconómicas sobre la base de una evaluación realista del potencial de oferta de la economía, según se indica en el informe.

Por ejemplo, una política fiscal más prudente contribuiría a aliviar la presión sobre la capacidad interna y a mitigar el aumento de los déficits en cuenta corriente. Además, mantener la flexibilidad cambiaria ayudaría a desalentar una afluencia de capitales especulativos.

Las economías exportadoras de materias primas de América del Sur que están menos integradas a los mercados financieros se beneficiarían si ahorraran una proporción mayor de los ingresos derivados de las materias primas, según el informe.

En promedio, el gasto público primario ha aumentado en 10 puntos porcentuales del PIB desde 2005. Dado el alto grado de vulnerabilidad de estos países a shocks de términos de intercambio, será necesario controlar el gasto para garantizar la sostenibilidad fiscal.