El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó este jueves su proyección de crecimiento para la economía chilena en 2018 a 3% desde el 2,5% previsto en octubre, mientras que para el 2019 estimó una expansión de 3,2%.
"En Chile, tras un lento arranque en 2017, el crecimiento repuntó en el segundo semestre del año y ese ímpetu continuaría en 2018 con un crecimiento proyectado de 3%. El alza de los precios del cobre y un mayor nivel de confianza entre las empresas —sobre todo tras la resolución de la incertidumbre política que rodeó las elecciones presidenciales del año pasado— han apuntalado el crecimiento", dijo Alejandro Werner, diirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI al dar a conocer el informe del organismo con la proyecciones para las economías de América Latina.
Esta es la segunda vez que el organismo aumenta la previsión de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile este año, luego que en octubre mejorara su proyección desde el 2,3% pronosticado en julio.
El FMI también mejoró su perspectiva para la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017 a 1,7% desde el 1,4% previsto en octubre.
Tal como había adelantado el lunes al dar a conocer su informe sobre el panorama económico global, el organismo mantuvo su proyección para América Latina este año en 1,9%, mientras que la del 2019 se revisó al alza hasta 2,6% desde el 2,4% estimado en octubre.
"Las tendencias recientes de la economía mundial y de los mercados financieros son buenas noticias para América Latina. El crecimiento mundial y el comercio internacional están cobrando ímpetu y, según nuestras previsiones, ese auge continuará en 2018. El aumento de los precios de las materias primas también ha colaborado con el repunte de la región", señaló Werner.
Añadió que la recuperación es generalizada en toda la región. En este sentido precisó que aunque México, América Central y partes del Caribe se están beneficiando de un crecimiento más vigoroso en Estados Unidos, el crecimiento en América del Sur se debe principalmente al fin de las recesiones de Brasil, Argentina y Ecuador, así como al aumento de los precios de las materias primas.
De acuerdo a las previsiones del FMI la mayor expansión regional este año la anotaría Perú (4%), seguido de Chile (3%), Colombia (3%), Argentina (2,5%), México (2,3%), Ecuador (2,2%) y Brasil (1,9%). En tanto para la economía venezolana se prevé una contracción de 15%.
Werner destacó que mientras el consumo y las exportaciones fueron los principales impulsores del crecimiento en la región el año pasado, "es alentador constatar que la inversión ya no es un lastre y se prevé que sea un factor importante para la aceleración del producto este año y el próximo. La inflación retrocedió significativamente en 2017 en muchos países, dejando cierto margen para una política monetaria más acomodaticia".
Sin embargo, advirtió que varios riesgos podrían hacer trastabillar la recuperación de la región. Al respecto sostuvo que las elecciones programadas en muchos países rodearán de incertidumbre la situación económica y política a lo largo del próximo año, mientras que las presiones para adoptar políticas aislacionistas en las economías avanzadas —manifestadas por ejemplo en el repliegue de la integración transfronteriza— y los factores como las tensiones geopolíticas mundiales y los fenómenos meteorológicos extremos podrían acentuar la incertidumbre.
Asimismo, las condiciones en los mercados financieros podrían hacerse más restrictivas si la inflación aumentara más de lo esperado en Estados Unidos o si las vulnerabilidades financieras internacionales se acumularan debido a una toma excesiva de riesgos durante el dilatado período de tasas de interés muy bajas y escasa volatilidad de los precios de los activos, advirtió.