El Fondo Monetario Internacional instó a la Unión Europea a poner en marcha rápidamente una agencia que cierre o rescate a los atribulados bancos del continente, como parte de un esfuerzo por deshacerse de las fuertes deudas que impiden una recuperación económica en el bloque.

La recomendación -que forma parte de una larga lista de medidas para abordar las fallas estructurales en la economía mundial- llega en momentos en que abogados de la Unión Europea
plantean preocupaciones sobre el plan para establecer la denominada unión bancaria.

Los bancos en los países de la zona euro más afectados por la crisis de deuda de la región fueron obligados a elevar sus tasas de interés en préstamos riesgosos a los clientes que ya tenían dificultades para pagar, reduciendo aún más las posibilidades de que recuperen su dinero, dijo el FMI.

"Debe restablecerse la confianza de los inversores en las hojas de balance de los bancos de la zona euro (...) y completarse la unión bancaria", dijo el FMI en su Reporte de Estabilidad Financiera Global publicado este miércoles.

"De otro modo, la zona euro corre el riesgo de entrar en una fase prolongada y crónica de lento crecimiento y presiones en sus hojas de balance", agregó el reporte, que se da a conocer dos veces al año.

La Unión Europea también debería llevar a cabo investigaciones rigurosas -las denominadas pruebas de tensión- para controlar el estado de su sector bancario, dijo el FMI, además de identificar anticipadamente quién cubrirá cualquier déficit de capital.

La UE dará el primer paso hacia la unión bancaria el próximo año, cuando el Banco Central Europeo asuma la supervisión de los prestamistas de la zona euro, algo que actualmente lo realizan decenas de agencias nacionales.

Sin embargo, el FMI dijo que es igualmente esencial un segundo pilar del proyecto: la creación de una agencia para cerrar los bancos en problemas y un fondo central para ayudar a pagar los costos de estos cierre, o mecanismo único de resolución (SRM, por su sigla en inglés).

Abogados en la Unión Europea temen que el establecimiento de un marco bancario pueda romper la relación entre los países endeudados y sus prestamistas, generando una serie de complicaciones políticas y legales, relacionadas mayormente sobre quién asumirá los costos.

Este último punto es de particular preocupación para Alemania, la mayor economía de la zona euro.