El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy de que la economía global está embarcada en una recuperación "frágil" que avanza más rápido en el mundo emergente que en el desarrollado y que se ve amenazada desde múltiples frentes.

Aun así, el Fondo prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) mundial registre este año un saludable repunte de 4,8% y que aumente un 4,2% en 2011, prácticamente en línea con lo pronosticado en julio pasado, cuando adelantó un crecimiento del 4,6% para 2010 y del 4,3% para el próximo año.

Los países que más tirarán del carro económico global serán los emergentes, que crecerán este año una media del 7,1%, frente al tímido 2,7% del que se beneficiarán sus socios del mundo rico, los más penalizados por la crisis.

En el 2011, se mantendrán estas diferencias y las economías emergentes crecerán un 6,4% frente al 2,2% de los países más desarrollados.

El FMI, que ha divulgado hoy su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales", señala que la fragilidad imperante se debe a que las economías avanzadas aún no han logrado fortalecer la demanda interna y dejar así más espacio para la consolidación fiscal.

A ese "reequilibrio" tiene que sumarse otro que pasa porque los países con déficit elevados, como EEUU, refuercen su sector exportador y los que disfrutan de superávit, principalmente en Asia, reduzcan sus ventas al exterior.

Para que se materialicen esos cambios es necesario, de un lado, que las economías desarrolladas reformen sus sector financiero para que de esa forma vuelva a fluir sin problema el crédito a los mercados.

El Fondo insiste, además, en que la austeridad fiscal necesita establecerse plenamente en el 2011 y que se precisan "urgentemente" planes específicos para recortar el déficit presupuestario y crear así un espacio de maniobra en el terreno fiscal.

En el capítulo de riesgos, el Fondo destaca la amenaza latente de la deuda soberana en Europa, que está a su vez estrechamente vinculada con el sector financiero, ya que muchos bancos europeos tienen una alta exposición a los bonos públicos en sus balances.