Las tasas de interés referenciales en el mundo, las de los bonos del Tesoro de EE.UU., podrían subir hasta un punto porcentual cuando la Reserva Federal (Fed) comience a disminuir sus compras de bonos en el mercado, programa que inició, en primer lugar, para forzar una reducción de éstas. La perspectiva que se formó el mercado a partir de mayo, de que la Fed disminuiría esas compras, elevó la tasa del bono del Tesoro de 10 años en más de un punto porcentual, motivando una fuga de capitales desde los mercados emergentes que ha dejado al desnudo vulnerabilidades financieras desde Brasil a India.
La tasa de 10 años cerró ayer en 2,68% y la de 30 años, en 3,73%, ambas motivadas por la falta de acuerdo entre gobierno y Congreso estadounidenses, en torno a elevar el límite de la deuda pública antes del jueves de la próxima semana.
El Informe de Estabilidad Financiera Global (GFSR, por su nombre en inglés) presentado ayer, explica que un aumento de tasas similar, de 100 puntos base, podría ocurrir cuando en realidad comience la moderación del programa de compra de bonos, que inyecta liquidez a las plazas financieras en la magnitud de US$ 85.000 millones todos los meses.
El documento, a la vez, advierte sobre la sensibilidad de estas tasas de mercado a la gradualidad con que se realice esa moderación o taper, como se la conoce en inglés. Si el ajuste se efectúa de una sola vez, las tasas de mercado podrían subir súbitamente. En 1994, una normalización sorpresiva de las tasas de la Fed causó un alza de 200 puntos base en las tasas de los bonos del Tesoro, motivando la crisis mexicana o Tequilazo.
El FMI ha insistido esta semana en que la Fed debe tener en consideración los efectos negativos que tendrá la normalización monetaria en los mercados emergentes y la necesidad de que éstos se preparen para enfrentar ese fenómeno.
CHILE A SALVO
Según las cifras del FMI, Chile es uno de los países emergentes donde más ha aumentado el financiamiento externo y sin embargo, no figura en la lista de los más vulnerables a una reversión del acceso al capital debido a esquemas macroeconómicos y fiscales más sólidos.
El financiamiento privado externo entre 2009 y 2012 en Chile aumentó más de 300% y al primer semestre de este año, triplicaba el monto de 2009 (ver gráfico).
Casi la mitad del monto total de 2012 (unos US$ 23.000 millones) correspondía a bonos emitidos por privados (US$ 9.632 millones); US$ 8.764 millones son créditos, y US$ 4.319 millones están en la categoría de acciones.
Sin embargo, Colombia, Brasil, Turquía e Indonesia presentan factores internos que los hacen vulnerables a cambios en el entorno financiero global, dice el FMI. Esos cuatro países tienen grandes déficits en cuenta corriente y en todos el crecimiento del crédito es muy alto, relativo al de otros países emergentes.
En Brasil, por ejemplo, el crecimiento del crédito interno, que supera al crecimiento del PIB en el período 2010-12, es de casi 12 puntos porcentuales (y casi 14 en Turquía). En Chile, es inferior a cuatro puntos.
El director gerente del FMI, David Lipton, advirtió, en el contexto de un retiro de estímulos de la Fed cercano, el mercado está "penalizando a los países con altos déficits en cuenta corriente (...) está comportándose de mucha sensibilidad a los fundamentos económicos débiles".