El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a Irak potenciar el sector no petrolero, pese al aumento de los ingresos en hidrocarburos, y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos con inversiones sociales.
Un comunicado, publicado tras el fin de la misión del Fondo para elaborar el informe del Artículo IV anual sobre la economía del país, reconoce que el Gobierno iraquí ha conseguido mantener la estabilidad macroeconómica en los últimos dos años pese "al difícil entorno político y de seguridad".
No obstante, el FMI ha rectificado sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) en términos reales para 2013, que el Fondo situó el pasado octubre en el 14,7%, y lo sitúa ahora en el 9 por ciento, por encima del 8 % de 2012.
El jefe de la misión del FMI en Irak, Carlo Sdralevich, destacó que la recuperación está sustentada por el aumento de la producción de petróleo de los 3 millones de barriles diarios de 2012 a los 3,3 millones diarios esperados para este año.
Sdralevich celebró el aumento de los ingresos del petróleo, pero recordó que se "debe fortalecer la gestión de las finanzas públicas y planificar el gasto presupuestario de manera progresiva".
"Irak debe hacerse cargo de sus desafíos a medio plazo para poder crear las condiciones para un crecimiento sólido y sostenible, necesario para mejorar la calidad de vida de los iraquíes", indicó el FMI, que recomendó "gran gasto social e inversiones".
"La economía iraquí sigue sufriendo de severa debilidad estructural, con un pequeño sector no petrolero, alto desempleo, un dominio del sector público y un frágil ambiente de negocios", señaló el Fondo.
Las observaciones del FMI se dan poco después de conmemorarse el décimo aniversario del comienzo de la invasión estadounidense de Irak, que acabó con el régimen de Sadam Hussein y llevó al país a una violenta transición y ocupación que finalizó a finales de 2011, con la salida de las tropas de EE.UU.