Las economías emergentes de rápido crecimiento obtendrán una voz más fuerte en el Fondo Monetario Internacional (FMI) bajo un histórico acuerdo alcanzado el sábado, que refleja un traspaso en el poder global desde los países industriales.
Funcionarios del FMI dijeron que bajo el acuerdo, más de un 6% del poder de voto en el Fondo pasará a dinámicos países en desarrollo, como China, que se convertirá en el tercer mayor miembro del prestamista, que cuenta con 187 países y tiene sede en Washington.
Europa entregará dos de los ocho o nueve asientos que controla en un momento dado en la Junta Ejecutiva del FMI, que seguirá teniendo 24 miembros, según la declaración emitida tras un encuentro de ministros de Finanzas del Grupo de las 20 economías principales.
Como parte de un paquete general, el G-20 también acuerda duplicar las cuotas del FMI, las que determinan cuánto uno de los 187 miembros contribuye al Fondo y cuánto pueden pedir en crédito a éste.
Actualmente las cuotas suman cerca de US$340.000 millones. El FMI había pedido que se duplicara, aduciendo que así el Fondo estaría en una posición firme para lidiar con las crisis que pudieran venir más adelante.
Washington, que tiene una participación de un 17,67% en cuotas del FMI, conservará su poder de veto para las decisiones más importantes del Fondo. Estas seguirán exigiendo una mayoría de un 85%, según funcionarios del FMI.
El G-20 acordó hace un año transferir al menos un 5% de los derechos de voto a países en desarrollo como India y Brasil, cuya influencia dentro del Fondo no se condecía con su surgimiento como los motores principales del crecimiento global.
China será superior a Alemania, Francia y Gran Bretaña en los índices de poder del Fondo, dado que su cuota será de un 6,19% desde menos de un 4%. India estará en el octavo lugar, Rusia en el noveno y Brasil en el décimo, según dijo el ministro de Finanzas ruso.
En conjunto, los cuatro tendrán un 14,18% de las cuotas del FMI y los países emergentes tendrán un 42,29%, agregó el ministro.