El año pasado los fondos previsionales retrocedieron con fuerza producto de la crisis financiera. El fondo A (el más riesgoso) cerró un magro 2008 con una rentabilidad negativa de 40,22%, pero el repunte de las bolsas mundiales durante los primeros nueve meses del 2009 ha contribuido a recuperar casi todo lo perdido durante el ejercicio del año pasado.

Es así como, según un cálculo de www2.latercera.com en base a los datos de la Superintendencia de Pensiones, el Fondo A sube un 4,48% al 20 de septiembre y acumula un avance de 38,7% en lo que va del año. En la misma línea, el Fondo B escala un 3,41% en el mes, permitiéndole alcanzar un alza de 25,7% en los primeros nueve meses del 2009, tras haber perdido un 30,8% el año pasado.

Por su parte, el Fondo C, con el mayor volumen de cotizantes, ya recuperó la caída del 2008. Durante septiembre la cartera renta un 2,42% y registra un avance de 20,5% en el año. Al cierre del año pasado este multifondo registró una rentabilidad negativa de 19%.

El repunte de los mercados bursátiles, y sobretodo las bolsas emergentes incluida la chilena, es uno de los factores principales de la recuperación de los ahorros de los trabajadores nacionales. La preocupación del mercado es, en todo caso, si aún quedan holguras para que los mercados financieros continúen la escalada. Es que aún incertidumbre entre los inversionistas debido que surgen temores por la falta de un fundamento que de solidez al avance sostenido que experimentaron las acciones desde sus mínimos registrados durante marzo.

GANANCIAS EN FONDOS D Y E
Pero son los fondos menos riesgosos los que ya han logrado sortear las pérdidas del 2008. El Fondo D (conservador) gana un 1,86% en los primeros 20 días de septiembre y acumula una rentabilidad de 14,44% en lo que va del año, frente a una caída de 9,86% en el año pasado.

Lo mismo ocurre con el Fondo E (más conservador) que renta 1,17% en septiembre y un 8,77% en el año, superando ampliamente la rentabilidad negativa de 1% del 2008.

Las carteras conservadoras han obtenido sus ganancias a partir del diferencial de los instrumentos de renta fija, de las que están compuestas, contra la tasa de interés bancaria, que se ha mantenido históricamente baja debido a las políticas extremadamente expansivas que adoptaron los gobiernos y bancos centrales ante la necesidad de dar impulso a la inversión y fomentar el crecimiento.