A su octavo mes consecutivo con rentabilidad positiva se aproximan los fondos A y B de las AFP en octubre, consolidando su mejor año desde el inicio de la era multifondos, que partió en septiembre de 2002.
Según el valor cuota informado por la Superintendencia de Pensiones al 14 de octubre de este año, el fondo A -el más riesgoso del sistema, pues invierte hasta 80% de los recursos en renta variable (acciones)- gana 3,64% en el mes. En cambio, el fondo B -que invierte hasta 60% en acciones- gana otro 2,84%.
Con esto, el A bordea el 45% de rentabilidad en el año y se acerca a recuperar lo perdido en 2008, cuando cayó un 40%. El fondo B, en tanto, sube 34%, luego de haber caído casi 30% en el ejercicio pasado.
Los fondos menos riesgosos, como el C y el D, también rentan positivo, consiguiendo ya el undécimo mes consecutivo de ganancias, mientras el fondo E supera el 10% de ganancias en lo que va de 2009.
Según el gerente de estudios de la Asociación de AFP, Roberto Fuentes, con estas cifras, casi todos los fondos volvieron a los niveles de rentabilidad que tenían a fines de diciembre de 2007, cerca del peak de sistema multifondos. Sólo el fondo A aún tiene un corto trecho por recorrer.
Pero las perspectivas son positivas. "Ya se disiparon los riesgos de la crisis financiera y eso hace que sólo quede por clarificar cuánto falta para recuperar los niveles de crecimiento de antaño y, en definitiva, lo que hace el mercado en paralelo a las cifras buenas es prever utilidades de las empresas", explica Roberto Fuentes.
Además, el experto señala que otra ventaja de la renta variable es que está siendo más atractiva que la renta fija, dados los bajos niveles de las tasas de interés a nivel mundial.
"Las tasas están bajas, por lo que hay incentivos para invertir en renta variable. De aquí a un tiempo más lo que podría pasar es que las tasas tiendan a subir y en ese escenario no es atractivo tener renta fija en largo plazo, pues entonces se produce una pérdida en el valor de capital de esos instrumentos", agrega el ejecutivo. La renta variable extranjera está siendo determinante en este incremento, dado que las AFP están alcanzando los límites legales de inversión en renta variable, lo cual los obliga a desinvertir en Chile, para colocar recursos en mercados que todavía tienen valor que recuperar, tras el desplome financiero que ocurrió en 2008.