El más conservador de los fondos de pensiones, el E, tuvo una baja de valor por el equivalente a US$ 1.750 millones en noviembre respecto al mes anterior. Los otros dos portafolios conservadores tuvieron igual suerte, aunque el declive fue de menor magnitud. El C (intermedio) tuvo una pérdida de valor correspondiente a US$ 856 millones y el D (conservador), de US$ 448 millones. Así lo reveló ayer un informe de la Superintendencia de Pensiones (SP).
Las razones que pueden explicar las bajas o alzas de valor son los traspasos de fondos, los contratos de rentas vitalicias de nuevos pensionados y las rentabilidades, dicen analistas. Este último elemento habría incidido en los resultados del penúltimo mes del año, pues los tres fondos descritos registraron caídas de rentabilidad, que en el caso del C fue de 1,51%; en el D, de 2,05%; y en el E, de 1,95%.
Ahora bien, las carteras de mayor riesgo tuvieron aumentos de valor en noviembre. El Fondo A (más riesgoso) anotó un alza por el equivalente a US$ 1.115 millones y fue el único con rentabilidad positiva, de 0,35%. En el B (riesgoso) el incremento llegó a US$ 250 millones (ver infografía), aunque en rentabilidad tuvo un retroceso de 0,54%.
En el neto -la diferencia entre las pérdidas y ganancias de valor- los cinco fondos de pensiones registraron una baja equivalente a US$ 1.690 millones.
Razones
El riesgo de los fondos está determinado por su exposición a instrumentos de renta variable (acciones). Si el A tiene un máximo de 80% de inversión en esos activos, el límite disminuye en las carteras más conservadoras hasta sólo 5% en el E. De este modo, los portafolios con menos riesgo invierten más en renta fija, como son los bonos de deuda.
Esos instrumentos se han visto afectados por los anuncios del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha propuso un fuerte plan infraestructura y menores cargas impositivas. Como financiar esas iniciativas requerirá que ese país emita deuda, los mercados comenzaron a internalizarlo y las tasas de esos papeles tuvieron fuertes alzas. Esto impactó, principalmente, a los selectivos más conservadores.
Las rentabilidades de los fondos D y E se vieron "afectadas por el rendimiento negativo que presentaron en el mes los instrumentos de renta fija nacional", dijo la SP.
Reiteró, además, que los fondos de pensiones tienen una perspectiva de largo plazo, por lo que cualquier decisión de cambio de fondo por parte de los afiliados debe atender a ese horizonte de inversión. "Tanto cuando suben como cuando bajan las rentabilidades, no es recomendable que los afiliados intenten una estrategia de corto plazo", puntualizó, aludiendo, por ejemplo, a cambios de cartera.
Pese a los vaivenes, Vicente Lazen, director de RegFin y ex intendente de fiscalización de la SP, afirmó que "el fondo E es lo suficientemente seguro en el contexto de un sistema de pensiones".
Al extender el plazo de análisis a los últimos 12 meses, el informe de la Superintendencia consignó que los portafolios A, B y C anotaron caídas en rentabilidad, las que llegan a 2,58%, 0,78% y 0,54%, respectivamente. La tendencia es distinta en el caso de los más conservadores, pues el en mismo período el D mostró una ganancia marginal de 0,07%, mientras que el E tuvo un avance de 1,57%.